Sudar abundantemente no significa que estés perdiendo grasa. Este mito, ampliamente difundido, ha llevado a muchas personas a entrenar con la idea errónea de que el sudor es una medida directa de efectividad. En realidad, lo que el cuerpo expulsa a través del sudor es agua y sales, como parte del proceso natural de regulación de temperatura. Así lo explica el portal especializado Healthline.
¿Qué pasa realmente cuando sudas?
Durante el ejercicio, el cuerpo eleva su temperatura interna. Para evitar el sobrecalentamiento, activa las glándulas sudoríparas. Lo que se pierde es líquido, no tejido adiposo. Por eso, aunque el peso disminuya después de una sesión intensa, ese descenso es momentáneo. Basta hidratarse para que el peso vuelva a su estado inicial.

Durante el ejercicio, el cuerpo eleva su temperatura interna y activa las glándulas sudoríparas.
Aunque la sudoración no implica pérdida de grasa, sí puede funcionar como una señal útil: muestra que tu cuerpo está respondiendo al esfuerzo físico. Según el sitio médico Cleveland Clinic, sudar indica una actividad cardiovascular activa, pero no debe confundirse con un medidor de calorías quemadas. En realidad, las personas con más grasa corporal tienden a sudar más debido a que generan mayor calor, no porque quemen más grasa.
¿Cómo se quema realmente la grasa?
La reducción de grasa corporal se logra cuando el cuerpo entra en déficit calórico, es decir, consume más energía de la que recibe. Esto se consigue combinando ejercicio constante con una alimentación adecuada. La grasa se convierte en energía a través de procesos metabólicos complejos, pero ninguno de ellos está vinculado directamente con la sudoración.

La alimentación adecuada ayuda a quemar grasa.
Beneficios reales de sudar
Aunque no elimine grasa, el sudor ofrece beneficios reales. Mejora la circulación, limpia la piel de toxinas y ayuda a mantener la temperatura corporal bajo control. Es útil como referencia para saber si estás entrenando a buena intensidad. Pero si sientes mareos, debilidad o fatiga extrema, es una señal de que podrías estar excediéndote.

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Cuando el sudor puede ser un riesgo
El exceso de sudor, sobre todo sin una hidratación adecuada, puede llevar a la deshidratación. Mayo Clinic advierte que síntomas como taquicardia, confusión o ausencia de orina durante horas podrían indicar una pérdida excesiva de líquidos. Además, sudar en exceso sin razón aparente podría revelar condiciones médicas como hiperhidrosis o infecciones. Ante cualquier sospecha, es clave acudir a un especialista.
En resumen, para reducir grasa corporal de forma real y saludable, lo más efectivo es mantener una rutina de ejercicios regulares, priorizar el entrenamiento de fuerza y cuidar la alimentación. El sudor puede acompañarte en el proceso, pero no será nunca el protagonista. La clave está en la constancia, no en la cantidad de sudor en tu ropa.