La llamada joroba de búfalo, conocida médicamente como lipomatosis cervical, es una protuberancia que se forma en la parte superior de la espalda, justo entre los omóplatos. Esta condición se produce por la acumulación de grasa o tejidos blandos en la zona cervical y puede confundirse con problemas óseos como la cifoescoliosis, aunque su origen y tratamiento son distintos.
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Según Raquel Mora, fisioterapeuta del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), las causas pueden incluir sobrepeso, predisposición genética, alteraciones hormonales, consumo excesivo de alcohol, altos niveles de cortisol o incluso el uso prolongado de ciertos medicamentos como corticoides y antirretrovirales.
¿Cómo se diferencia de otros problemas posturales?
A diferencia de la cifosis o la cifoescoliosis, que se derivan de alteraciones óseas como la osteoporosis, la joroba de búfalo es un problema de acumulación de tejido adiposo. Aunque suele preocupar por su apariencia, también puede provocar dolor en la zona cervical, incomodidad al dormir boca arriba y limitaciones en la movilidad del cuello y los hombros.
Ejercicios que ayudan a reducir la joroba de búfalo
Para mejorar esta condición sin necesidad de intervención quirúrgica, la fisioterapia ofrece diversas estrategias. Mora recomienda:
- Estiramientos de pectorales, trapecios y romboides para liberar tensión muscular.
- Reeducación postural, ideal para alinear la columna y reducir la curvatura.
- Movilización de miembros superiores, que activa la zona y mejora la circulación.
- Terapias manuales como drenaje linfático o manipulaciones suaves.
- Y en algunos casos, tratamientos con electroterapia (láser, cavitación, radiofrecuencia).
Hacer ejercicios ayuda a eliminar la joroba de búfalo.
¿La liposucción es una buena solución?
Aunque algunos pacientes optan por la liposucción para remover el bulto, los especialistas no siempre la recomiendan. El fisioterapeuta Rodríguez Aranda advierte que se trata de una cirugía estética con recuperación dolorosa y posibles riesgos para los ganglios linfáticos cercanos. Por ello, la mayoría de profesionales sugieren intentar métodos menos invasivos primero.
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¿Cómo prevenir la joroba de búfalo?
Mantener una postura correcta, reducir el sedentarismo y adoptar una dieta equilibrada son pasos clave para evitar la aparición de la joroba de búfalo. Además, consultar con un endocrinólogo o médico general puede ayudar a identificar desequilibrios hormonales que favorezcan la acumulación de grasa en esa zona.
La lipomatosis cervical no solo es un tema estético, puede afectar el bienestar general si no se atiende a tiempo. Una rutina física adecuada, acompañada de orientación médica y cambios en el estilo de vida, permite mejorar la postura, reducir el dolor y prevenir futuras complicaciones.
