Desde la antigüedad, el vinagre ha sido parte de la alimentación y de ciertos rituales medicinales. Hoy, su uso se ha extendido tanto que algunos lo consideran un suplemento diario. Sin embargo, no todos los tipos ofrecen los mismos beneficios, y muchos efectos atribuidos no tienen respaldo científico.
Según la nutricionista deportiva y funcional Thaís Barca, algunas variedades como el vinagre balsámico, el de arroz y el de vino tinto contienen polifenoles, compuestos con efectos antioxidantes que podrían favorecer la salud cardiovascular y digestiva (National Geographic).
¿Realmente el vinagre combate enfermedades?
Uno de los mitos más difundidos es que el vinagre de manzana previene el cáncer. Pero esto no es cierto. De acuerdo con la Harvard T.H. Chan School of Public Health, no existe evidencia científica que lo respalde. Tampoco se ha probado su eficacia como tratamiento para enfermedades crónicas. Aunque ciertos estudios lo relacionan con mejoras en el control de la glucosa en personas con diabetes tipo 2, su efecto es limitado y debe usarse con acompañamiento profesional.

Uno de los mitos más difundidos es que el vinagre de manzana previene el cáncer.
Una investigación publicada en el Journal of the American Association of Diabetes mostró que consumir vinagre puede ayudar a disminuir la glucosa postprandial, es decir, después de comer. Esto ocurre porque el ácido acético retrasa la digestión de carbohidratos simples. Además, una revisión sistemática reveló que su consumo regular podría reducir la glucosa en ayunas en casi 8 mg/dL y la hemoglobina glucosilada en 0,50 puntos. También se observó una leve baja en colesterol total.
¿Sirve para adelgazar o es otro mito?
Muchos aseguran que tomar vinagre ayuda a bajar de peso. Si bien algunos estudios detectaron efectos modestos cuando se combina con dieta y ejercicio, los resultados son inconsistentes. No puede considerarse una herramienta eficaz por sí sola para perder kilos. Como indica la nutricionista Thaís Barca, confiar en el vinagre como fórmula para adelgazar es un error común y sin respaldo contundente.
¿Tiene impacto sobre el colesterol y la presión?
A menudo se le atribuyen propiedades para reducir el colesterol malo y controlar la presión arterial. Sin embargo, la evidencia es insuficiente. Aunque algunos ensayos muestran reducciones leves en el colesterol LDL tras consumir 30 ml diarios de vinagre durante ocho semanas, no hay datos sólidos que indiquen un efecto sostenido. Según Barca, el vinagre no contiene compuestos con acción clínica comprobada sobre la hipertensión.
Muchas personas lo usan para desinfectar frutas y verduras, pero su efectividad es limitada. De acuerdo con especialistas en seguridad alimentaria, el vinagre solo remueve residuos superficiales y no elimina bacterias peligrosas. En cambio, soluciones como el hipoclorito de sodio al 1 % sí tienen eficacia comprobada. Usar vinagre como desinfectante casero puede dar una falsa sensación de seguridad.
¿Cuál es el vinagre ideal para ti?
Si buscas una opción que aporte algo más que sabor, los vinagres con mayor contenido de polifenoles, como el balsámico o el de vino tinto, podrían ofrecer beneficios sutiles. No obstante, su consumo debe ser moderado. La doctora Thaís Barca recomienda no superar los 15 a 30 ml al día y siempre consultar a un nutricionista si se desea incluir como parte de una dieta terapéutica. El vinagre no es una cura milagrosa, pero en su justa medida, puede complementar una alimentación equilibrada.