La postura del tigre, o Vyaghrasana, forma parte de las rutinas de yoga que combinan fuerza, flexibilidad y equilibrio. Según Ana López, instructora certificada de yoga terapéutico, este ejercicio fortalece la musculatura del core, los brazos, los glúteos y, en especial, la región lumbar. Durante la práctica, el peso corporal se distribuye principalmente entre manos y rodillas, lo que contribuye a aliviar tensiones acumuladas en la parte baja de la espalda. Su efecto es especialmente positivo para quienes permanecen muchas horas sentados o padecen molestias por sobrecarga muscular.
¿Cómo influye la postura del tigre en la movilidad articular?
Esta asana también impacta favorablemente en la apertura y extensión de las articulaciones de caderas y hombros. La movilidad de estas zonas mejora gracias a los movimientos controlados que exige la postura. La profesora López señala que "la postura del tigre estimula la flexibilidad y reduce rigidez, ayudando a prevenir futuras lesiones". Este beneficio la convierte en un ejercicio recomendado para quienes buscan mayor libertad de movimiento y fortalecimiento articular.
¿De qué manera la postura del tigre favorece la salud intestinal?
Además de sus efectos sobre la columna, la postura del tigre tiene un rol destacado en el bienestar digestivo. Al alternar la flexión y extensión del tronco, se promueve un masaje natural en los órganos abdominales. Este movimiento activa el sistema digestivo y contribuye a mejorar la función intestinal, reduciendo la sensación de hinchazón y facilitando el tránsito. Expertos en yoga terapéutico subrayan que esta asana puede incluirse en programas para mejorar la salud pélvica y abdominal, incluso tras el parto.

La postura del tigre estimula la flexibilidad y reduce rigidez.
¿Cómo realizar la postura del tigre correctamente?
Para ejecutar la postura, comienza colocando una esterilla en el suelo y apóyate con las manos alineadas bajo los hombros y las rodillas en línea con las caderas. Mantén la espalda recta y el abdomen firme. Inhala mientras acercas una rodilla al pecho. Al exhalar, extiende esa pierna hacia atrás hasta la altura de la cadera, evitando girar la pelvis. Si te resulta cómodo, levanta ligeramente la cabeza y abre el pecho con una mirada hacia arriba. Mantén la posición unos segundos y respira con calma antes de regresar a la posición inicial. Repite con la pierna contraria. Presta atención a la fuerza abdominal para proteger la zona lumbar.
¿Qué precauciones considerar al practicar esta postura?
Quienes comienzan con esta asana deben realizarla con lentitud y conciencia, evitando cualquier molestia. La supervisión de un instructor es recomendable especialmente para personas con lesiones en rodillas, muñecas o espalda. Mantener una práctica cuidadosa garantiza que se obtengan los beneficios sin riesgos. Además, es importante adaptar el ejercicio según las condiciones personales para evitar forzar las articulaciones.
¿Qué otros beneficios ofrece la postura del tigre en el yoga?
Esta asana también contribuye a mejorar el equilibrio y la coordinación corporal. Fortalece grupos musculares clave y promueve una postura saludable. Al integrar la respiración consciente, aumenta la conexión mente-cuerpo y genera una sensación general de bienestar. Por estas razones, la postura del tigre se convierte en una opción recomendada tanto para practicantes intermedios como para quienes desean complementar sus rutinas con ejercicios de bajo impacto.