Lo que parecía un espectáculo de entretenimiento en Gamarra terminó en un violento enfrentamiento. Cómicos ambulantes como Cachay, Kike Suero, Edwin Aurora y César Mori, conocido como ‘Puchito’, fueron atacados por fiscalizadores y serenos municipales. Un video mostró cómo el menor de edad que acompañaba a ‘Puchito’ fue brutalmente agredido. Según el comediante Cachay, él también fue golpeado con un palo y pateado en el suelo durante el desalojo. Este suceso, que generó una denuncia formal, llama la atención sobre las condiciones emocionales de quienes ejercen el control en espacios públicos.
Especialistas consultados indican que este tipo de situaciones refleja una crisis profunda en la salud mental de los trabajadores de la autoridad local. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que un entorno laboral seguro y saludable es esencial para el bienestar emocional, permitiendo a los individuos desarrollar su potencial y afrontar el estrés cotidiano. Sin embargo, la falta de preparación y apoyo para quienes toman decisiones en momentos de alta tensión puede derivar en conductas agresivas, tal como ocurrió en este caso (OMS, 2023).
¿Cómo afecta la salud mental en la toma de decisiones de los fiscalizadores?
Los agentes municipales enfrentan diariamente situaciones conflictivas que exigen equilibrio emocional y una adecuada gestión del estrés. Cuando no cuentan con las herramientas psicológicas necesarias, pueden reaccionar de forma impulsiva y violenta. La capacidad para manejar presiones y mantener la calma es fundamental para evitar incidentes que dañen tanto a la comunidad como a la propia autoridad.
Un fiscalizador con buena salud emocional no solo toma decisiones más justas y objetivas, sino que también mejora la calidad de su trabajo, reduce el riesgo de errores y previene el desgaste profesional o “burnout”. Según datos de la OPS, los trastornos mentales afectan la productividad y la interacción social, por lo que invertir en bienestar psicológico es esencial para el desempeño laboral (OPS, 2022).
Las consecuencias psicológicas de episodios de violencia no se limitan al momento del conflicto, esto puede generar ansiedad, miedo, estrés postraumático y deterioro en las relaciones sociales. Los cómicos agredidos en Gamarra enfrentan ahora el desafío de recuperarse de la humillación y el daño físico, mientras que los fiscalizadores también podrían sufrir efectos negativos si no reciben el acompañamiento adecuado.
Este fenómeno evidencia la necesidad urgente de implementar protocolos de apoyo psicológico en espacios públicos y laborales, para atender tanto a quienes laboran en condiciones difíciles como a quienes son afectados por actos violentos. La OMS enfatiza que el bienestar mental contribuye a la cohesión social y a un ambiente más armonioso.

Es necesario implementar apoyo psicológico en todo trabajo.
¿Por qué es fundamental mejorar la salud mental?
La salud emocional en ámbitos laborales como la fiscalización es determinante para mantener el orden sin recurrir a la violencia. Capacitar a los agentes en técnicas de manejo del estrés, empatía y resolución pacífica de conflictos puede reducir la tensión y mejorar la convivencia ciudadana.
Además, promover ambientes de trabajo que favorezcan el bienestar psicológico ayuda a prevenir episodios de agresión y fomenta un desempeño más eficiente. Según estudios publicados por SciELO España, la atención a la salud mental en el lugar de trabajo disminuye el ausentismo y eleva la productividad, beneficiando tanto a empleados como a la comunidad en general.
La agresión contra los cómicos en Gamarra pone sobre la mesa un problema más profundo que la violencia física. Expone una crisis en la salud mental que afecta tanto a quienes trabajan en el control público como a quienes se encuentran en la vía pública. Abordar esta situación con políticas integrales y formación especializada resulta indispensable para construir espacios seguros y saludables para todos.