Muchos han sufrido dolores de cabeza y lo ven como algo pasajero, parte del estrés diario o una molestia simple que pasa con el tiempo. Sin embargo, ese malestar puede ser una señal de algo mucho más serio, como un aneurisma cerebral. Esta condición se produce cuando un vaso sanguíneo en el cerebro presenta una zona débil que se abomba o sobresale, generando riesgo de ruptura y hemorragia interna.
Lo alarmante es que muchas personas conviven con un aneurisma en el cerebro sin saberlo, ya que no siempre presenta síntomas evidentes. Se estima que uno de cada 50 individuos podría tenerlo, y si bien la mayoría permanece estable, cuando se produce una ruptura se convierte en una emergencia médica. Por eso, conocer sus señales y factores de riesgo es fundamental para actuar a tiempo.
Tipos de aneurisma y factores de riesgo

Existen diferentes formas de aneurismas cerebrales, pero el más común es el aneurisma sacciforme.
Especialistas de MedlinePlus señalan que existen diferentes formas de aneurismas cerebrales, pero el más común es el aneurisma sacciforme, que puede variar desde unos pocos milímetros hasta más de 2.5 cm. En algunos casos, estos aneurismas se heredan, sobre todo si hay más de uno. Otros tipos, como el aneurisma fusiforme, afectan a toda la extensión del vaso sanguíneo. Ambos pueden presentarse en cualquier arteria cerebral y suelen estar asociados a condiciones como aterosclerosis, infecciones o traumatismos.
Los factores de riesgo también incluyen antecedentes familiares, ciertas enfermedades como la poliquistosis renal, y el uso de sustancias como la cocaína. Los expertos advierten que las personas con estas condiciones deben estar especialmente atentas, ya que el aneurisma puede crecer sin causar molestias hasta que la situación se vuelve crítica.
Síntomas del aneurisma que no debes ignorar
Uno de los grandes peligros del aneurisma cerebral es que puede no presentar síntomas hasta el momento en que se rompe. En esos casos, el médico especializado en salud integral, Oswaldo Restrepo RSC, advierte que el signo más evidente suele ser un dolor de cabeza intenso y repentino. También pueden aparecer síntomas como visión doble, pérdida de visión, rigidez en el cuello, dolor ocular o zumbidos en los oídos. Cuando el aneurisma ejerce presión sobre ciertas zonas del cerebro, pueden surgir señales neurológicas más graves, como confusión, debilidad muscular, dificultades para hablar o incluso convulsiones.
Finalmente, cuando se produce una ruptura, el riesgo es extremo. El paciente puede perder la conciencia, entrar en coma o sufrir un accidente cerebrovascular. Por eso, los especialistas recomiendan actuar rápido ante síntomas inusuales. Detectar un aneurisma en el cerebro antes de que se rompa puede salvar vidas.
Opciones de tratamiento y pronóstico
El tratamiento del aneurisma cerebral depende del tamaño, la localización y el estado de salud general del paciente. Existen dos enfoques principales: el clipaje quirúrgico, que requiere una craneotomía, y la reparación endovascular, una técnica menos invasiva que utiliza espirales y stents para sellar el aneurisma. Esta última es la más común hoy en día.

Uno de los grandes peligros del aneurisma cerebral es que puede no presentar síntomas hasta el momento en que se rompe.
Según el portal de salud MedlinePlus, no todos los aneurismas cerebrales requieren intervención inmediata. En muchos casos, especialmente cuando el aneurisma mide menos de 3 milímetros, el riesgo de ruptura es bajo, por lo que los especialistas optan por un monitoreo periódico. Sin embargo, si se produce una ruptura, la atención médica debe ser inmediata.
El tratamiento incluye hospitalización en cuidados intensivos, medicación para controlar la presión arterial y prevenir convulsiones, además de medidas para evitar complicaciones graves como los vasoespasmos cerebrales. En todos los casos, lo más importante es la detección temprana y la atención médica especializada. El aneurisma cerebral puede ser silencioso, pero sus consecuencias son todo menos leves.