Más allá del silencio o la postura, la meditación se ha convertido en un estilo de vida para millones de personas en el mundo. De hecho, según un estudio de Petit BamBou realizado en España con más de 2,000 adultos, el 30% afirmó haber comenzado a meditar en el último año, especialmente durante el confinamiento. Sus principales motivaciones: reducir la ansiedad, dormir mejor y aprender a gestionar las emociones.
¿Qué significa meditar en la vida diaria?
Silvia Cantos Pi, fundadora de la Escuela de Transformación Interior Verdad Objetiva, explica que meditar no debe limitarse a una rutina cronometrada. "Para mí, la meditación no es una práctica. Es un modo de vida. Un modo de ser", señala. Según ella, el verdadero impacto se alcanza cuando logramos integrar la atención plena a cada momento: al cocinar, hablar o caminar.
Cantos advierte que muchas personas no logran ver cambios porque intentan forzar la meditación sin preparar su mente. “Si no podas los pensamientos repetitivos que provocan agitación, sentarte no será suficiente”, comenta. La clave estaría en trabajar primero la causa de ese ruido interno a través de la reflexión y el autoconocimiento.
¿Cuántas veces hay que meditar?
Según la especialista, el estado meditativo debería convertirse en algo natural, no impuesto. “No se trata de cuántas veces meditas, sino de cuántas veces estás presente”, afirma. Vivir el presente con plena conciencia permitiría experimentar una mayor lucidez y conexión con la realidad, lo que mejora la toma de decisiones y el bienestar emocional.

Meditar ayuda a tomar mejores decisiones y al bienestar emocional.
Para quienes se inician, sentarse unos minutos al día puede ser un buen comienzo. Sin embargo, Cantos sugiere combinar la práctica con ejercicios de reflexión que nos ayuden a identificar patrones mentales negativos. Esto facilita el acceso a estados meditativos más profundos y sostenidos. “La comprensión es el primer paso, después viene el silencio real”, subraya.
Meditar como transformación completa
Los beneficios de la meditación van más allá de la relajación momentánea. Cuando se practica con conciencia plena y coherencia, transforma la forma de vivir, pensar y actuar. Estar aquí y ahora, sin que la mente se adelante al futuro, es un desafío diario. Pero al lograrlo, dice Cantos, “la mente baja sus revoluciones y el ser humano se encuentra, por fin, consigo mismo”.