En la final de la UEFA Champions League celebrada el último 31 de mayo en Múnich, Luis Enrique, entrenador del Paris Saint-Germain, rindió un emotivo homenaje a su hija Xana, fallecida en 2019 a causa de un osteosarcoma: un tipo raro de cáncer óseo que afecta principalmente a niños y adolescentes.
El osteosarcoma representa aproximadamente el 3% de los cánceres pediátricos y suele localizarse en los huesos largos, como los de las piernas o los brazos, cerca de las articulaciones. Aunque es poco frecuente, es el tipo más común de cáncer óseo en menores.
¿Qué es el osteosarcoma y cuáles son sus síntomas?
El osteosarcoma es un tipo de cáncer óseo primario y agresivo que afecta mayormente a niños, adolescentes y adultos jóvenes. Según la Mayo Clinic, este tumor maligno se desarrolla con más frecuencia en los huesos largos de las piernas, aunque también puede presentarse en los brazos u otros huesos del cuerpo. Su complejidad genética y resistencia a ciertos tratamientos han dificultado avances médicos significativos en las últimas décadas.
El osteosarcoma es un tipo de cáncer óseo primario y agresivo que afecta mayormente a niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Este tipo de cáncer puede manifestarse con síntomas que fácilmente se confunden con otras dolencias benignas, como el dolor de crecimiento o lesiones musculares. Por eso, el rol del profesional de atención primaria es clave para detectar signos de alarma y derivar a estudios más específicos.
En cuanto a sus síntomas, los especialistas advierten que uno de los primeros signos del osteosarcoma es un dolor persistente en los huesos o las articulaciones, que puede aparecer y desaparecer al principio. También puede haber hinchazón localizada, sensibilidad al tacto y, en algunos casos, fracturas sin causa aparente, debido al debilitamiento del hueso por el tumor. Estas señales requieren evaluación médica urgente, especialmente si persisten o se agravan con el tiempo.
Posibles tratamientos para el osteosarcoma
Los especialistas advierten que uno de los primeros signos del osteosarcoma es un dolor persistente en los huesos o las articulaciones.
Aunque su origen exacto no siempre está claro, hay factores de riesgo conocidos como predisposiciones genéticas o tratamientos previos de radioterapia o quimioterapia. Un estudio reciente publicado en la revista Cell, desarrollado por el Instituto Europeo de Bioinformática del EMBL, Genomics England y otras instituciones, ha identificado alteraciones genómicas que podrían anticipar el desarrollo del osteosarcoma.
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Esto abre la puerta a nuevos enfoques terapéuticos más personalizados, aunque la posibilidad de metástasis, sobre todo en los pulmones, sigue siendo uno de los mayores desafíos clínicos.
