En el mundo de la nutrición, es común que ciertos alimentos ganen o pierdan reputación por creencias que no siempre tienen base científica. Muchas veces, por seguir mitos populares, se terminan evitando ingredientes que en realidad ofrecen grandes beneficios al organismo.
Un caso claro es el de la cebolla y el hígado. Aunque algunas personas creen que puede resultar pesada o incluso dañina para este órgano, las investigaciones recientes indican lo contrario. De hecho, lejos de ser perjudicial, la cebolla podría ser un excelente aliado para la salud hepática y digestiva.
La cebolla y su efecto en el hígado
Según el portal Tua Saúde la cebolla contiene compuestos como la quercetina, antocianinas y fibra, que actúan como agentes antioxidantes, antiinflamatorios y prebióticos. Estos elementos no solo ayudan a reducir el colesterol LDL, sino que también estimulan el funcionamiento del hígado, favoreciendo la depuración del organismo.

La cebolla contiene antioxidantes y compuestos que estimulan la función hepática.
Además, la cebolla desintoxica el hígado al activar enzimas que eliminan toxinas acumuladas. Gracias a sus compuestos sulfurosos, mejora la circulación sanguínea y potencia la capacidad hepática de filtrar sustancias nocivas. Es decir, más que un mito, su efecto positivo está respaldado por la ciencia.
Más beneficios de la cebolla para tu salud
Incorporar cebolla cruda a la alimentación, preferiblemente en ensaladas o salsas frescas, permite aprovechar al máximo sus propiedades. Entre sus principales beneficios destacan:

Consumida cruda, la cebolla potencia sus beneficios digestivos y depurativos.
- Estimula el hígado y favorece su función depurativa.
- Alivia digestiones pesadas y fermentaciones estomacales.
- Es diurética: ayuda a eliminar líquidos y desinflamar.
- Regula el azúcar en sangre, gracias a la glucoquinina.
- Contribuye a reducir el colesterol "malo".
- Refuerza las defensas y ayuda a combatir infecciones respiratorias.

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En resumen, lejos de afectar negativamente, la cebolla tiene múltiples propiedades que benefician tanto al sistema digestivo como al cardiovascular. Incluirla regularmente puede ser una forma sencilla y natural de apoyar la función hepática.