El consumo de suplementos de aceite de pescado ha sido promovido durante años como un aliado para la salud cardiovascular. Sin embargo, una reciente investigación publicada en BMJ Medicine sugiere que estos suplementos podrían aumentar el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular (ACV) en ciertas personas.
¿Aceite de pescado y salud cardíaca: mito o realidad?
Estudios previos habían destacado los beneficios de los ácidos grasos omega-3 presentes en el aceite de pescado para reducir la inflamación y mejorar la salud del corazón. Sin embargo, un análisis publicado en JAMA Cardiology advierte que su consumo excesivo podría estar asociado con un mayor riesgo de fibrilación auricular, una arritmia que aumenta la posibilidad de sufrir un ACV.
Según el New York Times, los hallazgos más recientes sugieren que, aunque estos suplementos pueden ser beneficiosos en dosis controladas y bajo supervisión médica, su uso indiscriminado podría traer efectos negativos inesperados.
Un riesgo silencioso para el corazón
Investigadores de la Universidad de Texas Southwestern Medical Center analizaron datos de miles de personas que consumían regularmente aceite de pescado y encontraron que aquellos con antecedentes de enfermedades cardíacas podrían ser más vulnerables a los efectos adversos de estos suplementos.
Los expertos advierten que, en algunos casos, los omega-3 pueden alterar la coagulación de la sangre y provocar una mayor tendencia a la formación de coágulos, lo que eleva el riesgo de infarto o ACV en personas predispuestas.

El omega-3 lo puedes encontrar de forma natural en alimentos o de formar artificial en medicamentos y suplementos. Foto: L-EMV
¿Qué hacer ante estas nuevas evidencias?
A pesar de estos hallazgos, los especialistas recomiendan no suspender el consumo de aceite de pescado sin antes consultar con un médico. En su lugar, sugieren priorizar fuentes naturales de omega-3, como el salmón, las sardinas y las semillas de chía, en lugar de recurrir exclusivamente a suplementos.
Por su parte, la recomendación de la Asociación Americana del Corazón es clara: se aconseja consumir pescado rico en grasas insaturadas al menos dos veces por semana. Este tipo de pescados son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular.