Deficiencia de vitamina D: síntomas comunes, causas frecuentes y tratamientos según especialistas
Deficiencia de vitamina D: síntomas comunes, causas frecuentes y tratamientos según especialistas

Deficiencia de vitamina D: síntomas comunes, causas frecuentes y tratamientos según especialistas

|29 julio 2025

La falta de vitamina D en el organismo puede presentarse a través de señales que pasan desapercibidas. Fatiga constante, debilidad muscular, cambios en el estado de ánimo, caída del cabello o molestias óseas, son solo algunos ejemplos. Estos síntomas, aunque comunes, a menudo se atribuyen a otras causas, por lo que es fundamental una evaluación médica para determinar su origen real.

Según un informe de la National Library of Medicine, la deficiencia de esta vitamina afecta a millones de personas en el mundo. La entidad señala que, además del cansancio, muchas personas experimentan dificultad para dormir, dolores musculares o problemas de concentración cuando sus niveles están por debajo de lo recomendado. Esto puede impactar la calidad de vida y la salud física y mental.

¿Por qué el cuerpo necesita vitamina D?

Esta vitamina es vital para el correcto desarrollo óseo, la absorción de calcio, el funcionamiento del sistema inmunitario y la regulación neuromuscular. Cuando el organismo no obtiene suficiente cantidad a través de la dieta, la exposición solar o suplementos, pueden surgir problemas como osteoporosis, osteomalacia en adultos o raquitismo en niños.

Osteoporosis

Si el cuerpo no tiene suficiente vitamina D, pueden surgir problemas como la osteoporosis.

Además, investigaciones recientes han vinculado bajos niveles de vitamina D con un mayor riesgo de enfermedades autoinmunes, infecciones respiratorias frecuentes y trastornos metabólicos. La relación entre esta deficiencia y cuadros depresivos también ha sido documentada en diversos estudios clínicos.

¿Qué síntomas pueden indicar falta de vitamina D?

El cansancio persistente, la debilidad en piernas o brazos, dolores en la parte baja de la espalda, y hasta irritabilidad sin causa aparente, podrían tener relación con esta carencia. Algunas personas también reportan sensación de tristeza, problemas para dormir o pérdida de memoria a corto plazo.

Otros signos menos evidentes incluyen piel seca, uñas quebradizas o una mayor sensibilidad a resfriados y virus. En mujeres, la caída de cabello sin razones hormonales o genéticas también puede ser una señal de alerta. Si estos síntomas aparecen y persisten, un análisis clínico puede confirmar la sospecha.

Insomnio y caída de cabello

Insomnio y caída de cabello son algunos de los síntomas.

¿Cuáles son las causas más comunes de deficiencia de vitamina D?

No todas las personas absorben o producen esta vitamina de la misma manera. La falta de exposición solar, dietas pobres en alimentos ricos en vitamina D, ciertas enfermedades intestinales como la celiaquía o el Crohn, y algunas intervenciones quirúrgicas como el bypass gástrico, pueden disminuir su nivel en el cuerpo.

También se ha observado que personas con piel más oscura, mayores de 65 años o con sobrepeso, presentan un mayor riesgo. Algunos fármacos, como los esteroides, anticonvulsivos y tratamientos para reducir el colesterol, interfieren con la absorción de esta vitamina.

¿Cómo tratar la deficiencia de vitamina D?

Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento dependerá de la gravedad del déficit. La primera recomendación suele ser aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina D, como pescados grasos, yema de huevo o productos fortificados. Complementar la dieta con suplementos también es una estrategia efectiva bajo supervisión médica.

Alimentos con vitamina D

Pescados grasos, yema de huevo o productos fortificados contienen vitamina D.

En casos severos, se pueden indicar dosis más altas por un periodo corto hasta alcanzar los niveles adecuados. La exposición moderada al sol también resulta beneficiosa. Sin embargo, no debe considerarse una solución única, ya que factores como la pigmentación de la piel o la latitud geográfica pueden limitar su eficacia.

Ignorar una deficiencia de vitamina D puede derivar en problemas de salud más serios. En adultos, aumenta el riesgo de fracturas, debilidad muscular y fatiga crónica. En niños, puede alterar el crecimiento y provocar deformidades óseas. Por eso, es esencial atender los primeros signos y seguir las recomendaciones del personal médico para prevenir consecuencias mayores.