El agua de arroz se obtiene al remojar o hervir granos de arroz y aprovechar el líquido restante. Según un artículo de la Association for Agriculture, Environment and Biotechnology, esta preparación concentra vitaminas del complejo B (niacina, tiamina, riboflavina), minerales como el potasio, el hierro y el magnesio, y compuestos bioactivos que promueven el bienestar digestivo y metabólico.

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¿Cuáles son sus beneficios del agua de arroz?
Entre sus propiedades más destacadas figura su uso tradicional para aliviar la diarrea y prevenir la deshidratación. Gracias a su contenido de glúcidos y electrolitos, el agua de arroz ayuda a restaurar el equilibrio del cuerpo en casos de enfermedades gastrointestinales. También apoya la hidratación en niños, adultos mayores y personas con digestión sensible.
Agua de arroz y cuidado de la piel
Aunque faltan más estudios concluyentes, el artículo menciona que en Asia el agua de arroz, especialmente fermentada, es usada como tónico natural para mejorar la apariencia de la piel y el cabello. Se le atribuye la capacidad de proteger contra los rayos solares y prevenir el envejecimiento prematuro gracias a compuestos antioxidantes como el ácido ferúlico y el gamma-oryzanol.

El agua de arroz también se usa para el cuidado de la piel y el cabello.
¿Sirve para aliviar los cólicos menstruales?
Su contenido de magnesio también puede tener un efecto positivo durante el ciclo menstrual. Según la información recogida, este mineral ayuda a relajar los músculos uterinos y reducir los niveles de prostaglandinas, lo que alivia los cólicos en forma natural.
¿El agua de arroz fortalece el sistema inmune?
El aporte de vitaminas del grupo B, junto con minerales como el zinc, estimula el sistema inmunológico. Además, por su carga de carbohidratos, puede convertirse en una fuente rápida de energía que combate la fatiga y mejora la respuesta del cuerpo ante infecciones.
¿Cómo incluirla en la dieta?
El agua de arroz se puede tomar sola o usar como base para sopas, caldos y papillas. Su sabor neutro permite incorporarla fácilmente a la alimentación diaria, especialmente en comunidades que aprovechan todos los recursos del hogar. Aunque es un remedio casero accesible y versátil, los expertos recomiendan consultar a un profesional de la salud antes de integrarla como tratamiento regular.