Durante años, las sentadillas han sido una pieza fundamental en entrenamientos tanto de principiantes como de atletas avanzados. Su fama se debe principalmente al fortalecimiento que ofrecen a la parte inferior del cuerpo, especialmente a los muslos y glúteos. Sin embargo, sus efectos no se limitan a esa zona. Este ejercicio funcional involucra diversos grupos musculares al mismo tiempo y genera adaptaciones que benefician tanto el rendimiento físico como la prevención de lesiones.
De acuerdo con el sitio especializado Verywell Health, las sentadillas activan cadenas musculares completas, lo que se traduce en mejoras que van más allá del aspecto estético. Además, un estudio publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research validó estos aportes al seguir a un grupo de adultos durante 12 semanas. Quienes realizaron sentadillas regularmente presentaron avances significativos en fuerza, equilibrio y movilidad, a diferencia del grupo que no incluyó este ejercicio.
¿Por qué las sentadillas ayudan a prevenir lesiones?
Este movimiento no solo mejora la capacidad física, sino que también protege al cuerpo de futuras molestias. Al trabajar varias articulaciones en simultáneo, se desarrollan la fuerza y la coordinación muscular. Esto facilita un mayor control del cuerpo en movimiento, disminuyendo la posibilidad de torceduras o caídas. Además, el trabajo en conjunto de caderas, rodillas y tobillos incrementa la estabilidad general.
Los resultados del estudio mencionado reflejan una menor incidencia de lesiones articulares en quienes practicaban sentadillas de forma regular. Este tipo de ejercicio actúa como una especie de escudo preventivo frente a sobrecargas o desequilibrios que pueden causar molestias a largo plazo.
¿Cuáles son los beneficios poco conocidos de las sentadillas?
Aunque muchos ya conocen su impacto en glúteos y piernas, hay efectos menos comentados que las hacen aún más interesantes. Aquí te presentamos cinco beneficios poco conocidos:
- Reducción de lesiones: mejora el control corporal al reforzar articulaciones y coordinación.
- Fortalecimiento del core: activa abdominales y zona lumbar, protegiendo la columna y mejorando la postura.
- Aumento del gasto calórico: al movilizar grandes músculos, el cuerpo consume más energía, lo que favorece la pérdida de grasa.
- Movilidad funcional: facilita tareas cotidianas como subir escaleras o agacharse sin dificultad.
- Mayor flexibilidad: con la práctica constante, mejora la amplitud de movimiento en zonas clave como caderas y tobillos.

Las sentadillas ayudan a fortalecer el core.
¿Cómo influyen las sentadillas en el gasto calórico?
Uno de los efectos menos evidentes, pero muy valiosos, es el impacto que tienen sobre el metabolismo. Al involucrar simultáneamente varios músculos grandes, el cuerpo necesita una mayor cantidad de oxígeno para sostener el esfuerzo. Según Verywell Health, por cada litro de oxígeno consumido, el organismo quema alrededor de cinco calorías. Esto convierte a las sentadillas en una herramienta efectiva para quienes desean perder peso o mantener su composición corporal.
Además, al tratarse de un movimiento que puede adaptarse a distintos niveles de intensidad, es posible escalar el esfuerzo según la capacidad de cada persona, sin dejar de obtener sus beneficios metabólicos.
¿Qué músculos trabajan las sentadillas además de las piernas?
Aunque es común asociarlas únicamente con cuádriceps o glúteos, las sentadillas también activan zonas como el abdomen, la espalda baja y los músculos estabilizadores. Esta participación conjunta no solo incrementa la eficiencia del ejercicio, sino que también entrena la postura y el equilibrio, dos elementos esenciales en la prevención de dolores crónicos o lesiones por malas posiciones.
Trabajar el core de forma indirecta con sentadillas mejora la estabilidad de la columna, lo que ayuda en actividades diarias como cargar peso, permanecer de pie por mucho tiempo o moverse con agilidad.
¿Por qué incluir sentadillas en tu rutina diaria?
Al ser un movimiento funcional, su utilidad trasciende el ámbito deportivo. Incorporarlas en entrenamientos frecuentes ofrece beneficios que se traducen en una mejor calidad de vida. Desde moverse con mayor libertad hasta evitar molestias físicas, las sentadillas se convierten en un aliado para mantener el cuerpo fuerte, flexible y en equilibrio.
Lejos de ser un ejercicio exclusivo para atletas, puede adaptarse a cualquier nivel de condición física y realizarse en casa o en el gimnasio. Comenzar con la técnica adecuada y aumentar progresivamente la dificultad permite obtener resultados sostenibles sin necesidad de equipo costoso.