El genu varum es una deformidad en la alineación de las piernas donde las rodillas se desvían hacia afuera, creando un espacio entre ellas cuando los tobillos están juntos. Esta condición puede alterar la postura corporal, provocando una distribución desigual del peso y aumentando el riesgo de lesiones en las articulaciones.
PUEDES VER: Milagro en la medicina: primer niño peruano operado a corazón abierto en Essalud este 2025

Conoce más sobre el genu varum. Foto: composición GLR/difusión
Según la Sociedad de Ortopedia Pediátrica de Norteamérica (POSNA), en niños pequeños es común y suele corregirse con el crecimiento. Sin embargo, si persiste más allá de los 3 años, es recomendable consultar a un especialista.
Impacto en la actividad física y la salud
Las rodillas desviadas pueden afectar la mecánica del movimiento, especialmente durante actividades físicas como correr o saltar. Esto puede llevar a una mayor tensión en las articulaciones, músculos y ligamentos, aumentando el riesgo de lesiones y desgaste prematuro. El Hospital Infantil Altona en Alemania destaca que el genu varum no tratado puede contribuir al desarrollo de artrosis en la edad adulta.
Diagnóstico y opciones de tratamiento
El diagnóstico del genu varum se realiza mediante un examen físico y, en algunos casos, radiografías para evaluar la alineación ósea. El tratamiento varía según la edad y la gravedad de la desviación. En niños, se suele optar por la observación y seguimiento, mientras que en adultos pueden considerarse opciones como fisioterapia, ortesis o cirugía correctiva.
El Dr. Antonio Ríos Luna, especialista en traumatología, señala que en casos severos, la cirugía puede ser necesaria para realinear las piernas y mejorar la función articular.
PUEDES VER: Revolución médica: Inteligencia Artificial detecta el cáncer en segundos con solo una muestra de saliva
Importancia de la intervención temprana
Detectar y tratar el genu varum a tiempo es crucial para prevenir complicaciones a largo plazo. Una intervención adecuada puede mejorar la postura, reducir el dolor y permitir una participación plena en actividades físicas. Si notas desviaciones en tus rodillas o las de tus hijos, es aconsejable buscar la opinión de un profesional de la salud para determinar el mejor curso de acción.