Esto le pasa al cerebro de tu hijo cuando come con el celular.
Esto le pasa al cerebro de tu hijo cuando come con el celular.

¿Tu hijo come con el celular? Esta rutina puede interferir con su desarrollo emocional y alimentario, según una psicóloga

|16 septiembre 2025

En una época donde los dispositivos digitales están presentes desde edades cada vez más tempranas, es común ver a niños usando el celular o la tablet incluso durante las comidas. Aunque esta práctica puede parecer inofensiva, diversos especialistas alertan sobre sus consecuencias en el desarrollo integral de los más pequeños. La psicóloga Mariana Capurro, especialista en desarrollo infantil, advierte que cuando un niño “se queda hipnotizado frente a la pantalla mientras come, su cerebro deja de registrar sabores, texturas y señales de saciedad”.

Esto, explica la experta, puede alterar la forma en que los niños se relacionan con la comida, con su cuerpo y con los demás. Lejos de demonizar las tecnologías, Capurro señala que el verdadero riesgo está en el uso excesivo de pantallas sin acompañamiento ni límites. “Las pantallas no son el enemigo, pero necesitan mediación, presencia adulta y equilibrio”. De lo contrario, añade, pueden impactar negativamente en el desarrollo emocional infantil, la autorregulación, la autoestima y los vínculos familiares.

Comer con pantallas: un hábito que afecta más de lo que parece

Comer frente al celular activa un modo de “piloto automático” en el cerebro del niño. Simplemente mastica y traga sin procesar lo que ocurre.

Comer frente al celular activa un modo de “piloto automático” en el cerebro del niño. Simplemente mastica y traga sin procesar lo que ocurre.

Según Mariana Capurro, comer frente al celular o la tablet activa un modo de “piloto automático” en el cerebro del niño. En lugar de prestar atención a lo que come, a cómo sabe o a si ya está satisfecho, simplemente mastica y traga sin procesar lo que ocurre. Esta desconexión puede impedir que los pequeños desarrollen una relación sana con los alimentos y con su propio cuerpo. Además, se pierde algo clave: la conversación y el contacto humano durante las comidas, momentos ideales para fortalecer los lazos familiares.

Estudios recientes respaldan estas observaciones. El uso excesivo de pantallas se ha vinculado con trastornos del sueño, dificultades en el manejo emocional, problemas de concentración, y una menor tolerancia a la frustración. En niños menores de 6 años, el tiempo recomendado de exposición digital es de 0 minutos diarios. En edades mayores, no se trata solo de reducir el tiempo frente a las pantallas, sino de aprender a usarlas con criterio. “No alcanza con prohibir, hay que acompañar. Establecer rutinas, crear momentos libres de tecnología, y sobre todo, ser ejemplo como adultos”, afirma la experta.

¿Cómo crear hábitos digitales más saludables en casa?

En niños menores de 6 años, el tiempo recomendado de exposición digital es de 0 minutos diarios.

En niños menores de 6 años, el tiempo recomendado de exposición digital es de 0 minutos diarios.

Lograr un equilibrio entre tecnología y vida real es posible, pero requiere intención. La psicóloga recomienda crear rutinas claras, como horarios limitados para el uso de dispositivos y momentos libres de pantallas (como las comidas, el camino al colegio o la hora de dormir). También propone fomentar actividades alternativas: juegos de mesa, lectura, deportes, cocina en familia. “No se trata solo de quitar pantallas, sino de llenar de calidad ese espacio”, señala.

Por último, Capurro insiste en el rol de los adultos como referentes. Si los padres usan el celular en la mesa, difícilmente sus hijos lo evitarán. Por eso, recomienda establecer un “plan digital familiar”, en el que todos participen y se comprometan con acuerdos claros. “Las pantallas no solo roban atención, también roban carcajadas, historias y momentos de conexión. Y eso sí que no se recupera”, finaliza.