El Perú enfrenta una situación crítica en cuanto a salud infantil, marcada por una triple carga nutricional que compromete el desarrollo de millones de niñas y niños. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud Familiar (ENDES), la anemia infantil afecta al 43.7 % de menores de 3 años, mientras que la desnutrición crónica en menores de 5 años ha llegado al 12.1 %. Estas cifras evidencian la persistencia de problemas estructurales en el acceso a una alimentación adecuada.
A esta realidad se suma el crecimiento sostenido del sobrepeso infantil, que impacta a más del 38 % de escolares entre 6 y 13 años, según datos de UNICEF. Este fenómeno refleja un cambio preocupante en los patrones alimentarios: niños que, por un lado, sufren deficiencias nutricionales y, por otro, consumen productos ultraprocesados con altos niveles de azúcar, grasas y sodio. Un escenario que amenaza no solo su presente, sino también su futuro como adultos saludables y productivos.
Enfermedades silenciosas con impacto en el desarrollo del país

Una buena alimentación en los primeros años es clave para prevenir la anemia, la desnutrición y el sobrepeso infantil.
La anemia, la desnutrición y el sobrepeso son más que datos estadísticos: son condiciones que limitan el crecimiento físico, cognitivo y emocional de los niños peruanos. Así lo explicó la doctora Youmi Paz, especialista en Nutrición, quien destacó que estos problemas se han intensificado por la pobreza, los malos hábitos alimentarios, la falta de acceso a servicios de salud y la escasez de especialistas en nutrición.
“La salud infantil en el Perú está en riesgo. Muchos menores no alcanzan su pleno potencial debido a estas enfermedades silenciosas, lo que reduce su capacidad de aprendizaje, debilita su sistema inmune y eleva el riesgo de enfermedades crónicas desde etapas tempranas”, advirtió Paz. También señaló que esta realidad repercute directamente en el desarrollo del país: una niñez malnutrida se traduce en una futura fuerza laboral menos preparada y menos competitiva.
Acciones urgentes para enfrentar la triple carga nutricional

Niños con acceso limitado a alimentos nutritivos enfrentan mayores riesgos en su desarrollo físico y cognitivo.
Ante este preocupante escenario, expertos y entidades especializadas coinciden en que es necesario un enfoque integral. La doctora Paz propuso medidas concretas para combatir los tres frentes de la malnutrición infantil:
- Controles de salud regulares para detectar signos de anemia infantil y deficiencias nutricionales desde los primeros meses de vida.
- Educación alimentaria en escuelas y hogares, promoviendo el consumo de alimentos ricos en hierro, proteínas, vitaminas y fibra.
- Reducción del consumo de ultraprocesados que contribuyen al sobrepeso infantil, fomentando opciones saludables desde la infancia.
- Actividad física constante, especialmente en zonas urbanas, donde el sedentarismo se ha vuelto común.
- Capacitación a padres y cuidadores, para que tomen decisiones informadas sobre la nutrición de sus hijos.
Garantizar una alimentación adecuada, acceso a controles médicos y educación nutricional desde la infancia no solo protege la salud de los niños, sino que también construye las bases para un país más justo y con mayores oportunidades de desarrollo.