Paolo Guerrero encendió las alarmas tras sufrir una lesión en el muslo derecho durante el partido entre Alianza Lima y Universidad Católica de Ecuador. El incidente, que obligó al delantero a salir del campo entre lágrimas, preocupa tanto por el impacto en el equipo como por el reto que supone competir al más alto nivel después de los 40 años.

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Este tipo de lesiones, comunes en futbolistas veteranos, pueden estar relacionadas con el desgaste muscular, la menor capacidad de recuperación y la intensidad de los entrenamientos. Su caso reabre el debate sobre la importancia de la prevención, los tratamientos adecuados y los ejercicios específicos para mantener el rendimiento y evitar dolencias similares en esta etapa del a vida.
¿Qué son las lesiones musculares y cómo se clasifican?
Las lesiones musculares son daños que afectan la estructura del músculo, la cual está compuesta por una parte carnosa y una parte tendinosa, similar a una cuerda y sus fibras. Médicos de Top Doctors España, señalan que estas lesiones, que suelen ser dolorosas, ocurren con frecuencia durante la práctica deportiva por un exceso de esfuerzo, aunque también pueden darse en actividades cotidianas. Dependiendo de la cantidad de fibras afectadas, se dividen en contractura, estiramiento o desgarro.

Las lesiones musculares son daños que afectan la estructura del músculo.
El desgarro muscular puede ser de primer, segundo o tercer grado. El primero involucra pocas fibras y genera dolor solo al contraer el músculo; el segundo presenta hematomas y dolor creciente; y el tercero es el más grave, con rotura total de fibras, dolor intenso, impotencia funcional y necesidad de atención médica especializada. La gravedad de la lesión determinará el pronóstico y los tiempos de recuperación.
Causas y tratamientos de las lesiones musculares
Las causas de una lesión muscular pueden ser directas o indirectas. Entre las primeras están los golpes, cargas pesadas, movimientos repetitivos, terrenos de juego en mal estado o condiciones climáticas adversas. Entre las indirectas, destacan la mala alimentación, la falta de calentamiento o estiramiento, y la fatiga muscular acumulada. Identificar el origen es clave para prevenir nuevos episodios.
En cuanto al tratamiento, lo primero es interrumpir la actividad, aplicar hielo y mantener la zona en reposo sin carga por 24 a 36 horas. También se recomienda un vendaje de compresión y realizar una ecografía para evaluar el daño. Según el grado de la lesión, el médico podrá indicar terapias específicas, ejercicios de recuperación o incluso intervenciones más avanzadas para garantizar una correcta cicatrización muscular.

Las causas de una lesión muscular pueden ser directas o indirectas.
Cómo evitar lesiones después de los 40
Expertos de Fisio React indican que mantener una vida activa a partir de los 40 es posible si se entiende que la forma de moverse también evoluciona con la edad. Prevenir lesiones no depende de la suerte, sino de una estrategia basada en tres pilares: control, progresión y descanso. El control implica conocer qué movimientos realizas bien y cuáles estás compensando, priorizando la calidad técnica para reducir riesgos.

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La progresión requiere aumentar cargas, intensidad o volumen de forma gradual para permitir que el cuerpo se adapte. Y el descanso, a menudo subestimado, es esencial: dormir bien, respetar las pausas y favorecer la recuperación forman parte del entrenamiento. Incorporar ejercicios preventivos como movilidad articular, trabajo de core, fuerza con el propio peso y activación muscular ayuda a proteger el cuerpo, mejorar el rendimiento y disfrutar de la actividad física sin miedo a lesiones.