Thibaut Courtois ha vuelto a ocupar los titulares, no por sus paradas, sino por un nuevo parte médico del Real Madrid: el arquero belga sufre sacroileítis, una inflamación que afecta una zona clave de la espalda baja y que lo mantendrá fuera de las canchas, al menos por una semana. El diagnóstico fue confirmado por los servicios médicos del club tras las pruebas correspondientes.
Aunque puede parecer una molestia menor, la sacroileítis puede causar un dolor incapacitante y afectar el rendimiento físico, sobre todo en un jugador de élite. El caso de Courtois pone el foco en esta afección, a menudo subestimada, pero con impacto directo en la movilidad y la práctica deportiva.
¿Qué es la sacroileítis y por qué afecta tanto?
La sacroileítis es la inflamación de la articulación sacroilíaca, que une el sacro (el hueso al final de la columna) con el ilíaco (parte superior de la pelvis). Aunque esta articulación es casi rígida, permite un leve movimiento y es clave para mantener la estabilidad de la pelvis. Cuando se inflama, puede producir un dolor persistente que irradia hacia una o ambas piernas, simulando una ciática.

La sacroileítis podría afectar la estabilidad y rendimiento físico del arquero madridista.
En muchos casos, las causas están relacionadas con enfermedades reumatológicas como la espondilitis anquilosante o algunas artritis inflamatorias, aunque también puede deberse a sobrecargas físicas, como ocurre con Courtois. Tras una intensa temporada de entrenamientos, su diagnóstico apunta a este último motivo.
Entre los factores de riesgo que pueden favorecer su aparición se encuentran:
- Enfermedades autoinmunes
- Diferencias en la longitud de las piernas
- Traumatismos previos
- Obesidad
- Menor densidad ósea y antecedentes familiares
- Uso prolongado de ciertos medicamentos
- Inestabilidad ligamentaria en la zona pélvica
Síntomas y tratamiento de la sacroileítis
Uno de los mayores desafíos de esta afección es su diagnóstico tardío, ya que comparte síntomas con otras lesiones lumbares. Muchos pacientes describen el dolor como constante, profundo y que empeora con los cambios de postura, al caminar o incluso al estar sentados.

La sacroileítis afecta la articulación sacroilíaca, clave en la estabilidad de la pelvis y la movilidad.

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El tratamiento suele ser conservador e incluye:
- Fisioterapia especializada
- Medicación antiinflamatoria
- Uso de cinturones pélvicos para alinear la articulación
- En casos más graves, reposo y seguimiento clínico
Cuando el dolor persiste por más de seis meses, puede indicarse una intervención quirúrgica mínimamente invasiva. Esta técnica consiste en implantar pequeñas piezas de titanio para fijar la articulación y bloquear el movimiento doloroso.