A partir de los 40 años, muchas personas creen que la fórmula clásica para perder peso es comer menos y hacer más cardio. Sin embargo, no funciona. Esto lo explica claramente el entrenador personal Carlos Parejo, quien en uno de sus videos en Instagram advierte que esta estrategia no solo deja de ser efectiva, sino que puede convertirse en un obstáculo para lograr un cuerpo saludable y lleno de energía. Según Parejo, el cuerpo entra en “modo ahorro” cuando se combina una reducción excesiva de calorías con demasiado ejercicio cardiovascular, lo que ralentiza el metabolismo y dificulta la pérdida de peso.
El especialista, que entrena a hombres y mujeres de distintas edades, señala que el error está en enfocarse solo en el cardio y en comer menos, ya que esto genera estrés en el organismo y provoca la destrucción de masa muscular. En su lugar, recomienda una alimentación balanceada que priorice proteínas de calidad, grasas saludables e hidratos complejos, junto con un entrenamiento enfocado en la fuerza. De este modo, se logra mantener activo el metabolismo y evitar el desgaste, favoreciendo la salud integral en esta etapa de la vida.
¿Por qué el entrenamiento de fuerza es clave después de los 40?

Pasado los 40 años, el cuerpo responde mejor al entrenamiento de fuerza que al cardio excesivo.
Carlos Parejo destaca que, pasado los 40 años, el cuerpo responde mejor al entrenamiento de fuerza que al cardio excesivo. “Entrenar fuerza es fundamental”, afirma, porque el músculo activo ayuda a mantener un metabolismo acelerado incluso en reposo, lo que facilita la quema de grasa sin tener que reducir drásticamente las calorías. Además, incrementar la masa muscular protege contra la sarcopenia, mejora la postura, fortalece las articulaciones y mantiene la independencia funcional a largo plazo.
Parejo comparte que muchos de sus clientes que cambiaron cinco días de cardio por tres sesiones semanales de fuerza comenzaron a perder peso y a recuperar energía. Este enfoque no solo mejora la composición corporal, sino que también aporta mayor bienestar y calidad de vida.
Alimentación y recuperación para una estrategia exitosa

La clave está en elegir alimentos que nutran y fortalezcan el cuerpo.
Más allá del ejercicio, el entrenador enfatiza la importancia de una alimentación optimizada y una adecuada recuperación. La clave está en elegir alimentos que nutran y fortalezcan el cuerpo: proteínas como pescado, huevos, carnes magras y legumbres; grasas saludables como aguacate y aceite de oliva; y carbohidratos complejos como arroz integral y quinoa. Esto garantiza energía estable y mantiene las hormonas en equilibrio.
Por otro lado, el descanso es fundamental para el éxito de cualquier plan fitness. Dormir entre 7 y 8 horas, realizar estiramientos y evitar el sobreentrenamiento ayudan a que el cuerpo se recupere y evite la saturación del sistema nervioso. Como explica Parejo, “el cuerpo no mejora durante el entrenamiento, sino en la recuperación posterior”.