En el Perú, las infecciones urinarias son uno de los problemas de salud más comunes, especialmente en mujeres, aunque también pueden afectar a hombres y niños. Se producen cuando bacterias ingresan al sistema urinario comprometiendo riñones, uréteres, vejiga y uretra. Estas bacterias se multiplican, provocando molestias que pueden ir desde ardor al orinar hasta fiebre alta, si se complican.
Aunque muchas personas piensan que una infección urinaria es algo menor, la realidad es que, si no se trata a tiempo, puede generar consecuencias graves, como daño renal o septicemia. Por eso, conocer sus síntomas, causas y formas de prevención es clave para actuar rápido y evitar que el problema avance.
Síntomas de una infección urinaria
Según Mayo Clinic, una infección urinaria no siempre presenta señales evidentes, pero cuando lo hace, suelen incluir una fuerte necesidad de orinar de manera constante, ardor al orinar, orina turbia o con sangre, mal olor y dolor pélvico, especialmente en mujeres. En casos más graves, cuando la infección llega a los riñones, puede aparecer fiebre alta, dolor en la espalda o costados, náuseas y vómitos.

Una detección temprana de los síntomas puede evitar complicaciones en la salud urinaria.
En adultos mayores, estas infecciones pueden confundirse con otras afecciones, lo que dificulta el diagnóstico. Por eso, ante cualquier síntoma persistente o inusual, es importante acudir a un médico para confirmar la causa y recibir tratamiento adecuado.
Causas y factores de riesgo de la infección urinaria
La causa más frecuente de la infección urinaria es la bacteria Escherichia coli (E. coli), que normalmente vive en el tracto gastrointestinal pero puede llegar a la uretra y la vejiga. Las mujeres son más propensas a padecerla debido a su anatomía: la uretra es más corta y está cerca del ano, lo que facilita el paso de bacterias.
Otros factores de riesgo incluyen las relaciones sexuales, el uso de ciertos métodos anticonceptivos como diafragmas y espermicidas, la menopausia, problemas en las vías urinarias, cálculos renales, uso de catéteres, diabetes o un sistema inmunitario debilitado.

Cuidar la salud urinaria es clave para prevenir infecciones y mantener el bienestar diario.
Cómo prevenir una infección urinaria
La prevención de la infección urinaria pasa por hábitos sencillos pero efectivos. Beber abundante agua ayuda a diluir la orina y eliminar bacterias antes de que se establezcan. Orinar después de tener relaciones sexuales, limpiarse de adelante hacia atrás y evitar productos irritantes en la zona genital también son medidas clave.

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Cambiar métodos anticonceptivos que puedan favorecer la proliferación de bacterias y, en algunos casos, consumir jugo de arándano agrio —aunque la evidencia no es concluyente— pueden ser aliados. Lo más importante es acudir al médico ante los primeros síntomas, ya que un tratamiento oportuno evita complicaciones.