Aunque muchos dueños lo interpreten como una conducta sexual o incluso una falta de respeto, que tu perro intente montarte no necesariamente tiene ese origen. Según el entrenador canino Baruch Correa, esta conducta suele ser una señal de que tu mascota está lidiando con estrés o sobreexcitación, y que necesita una vía adecuada para liberar esa energía acumulada.

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"Tu perro no te está retando ni tratando de dominarte", señala el experto. En realidad, se trata de una conducta de desplazamiento: una respuesta instintiva cuando el animal no sabe cómo procesar el exceso de energía. Por eso, si tu perro monta constantemente, la solución no pasa por regañarlo, sino por ofrecerle más oportunidades de actividad física y estimulación mental.
Actividad física: la solución que tu perro necesita

Si tu perro monta constantemente, la solución no pasa por regañarlo, sino por ofrecerle más oportunidades de actividad física y estimulación mental.
Correa recomienda incorporar dinámicas de juego que activen el instinto natural del animal. Una opción muy efectiva es el uso del mordedor, ya que permite al perro canalizar la tensión de forma controlada, simulando una pequeña lucha que le exige concentración y esfuerzo físico.
Otra alternativa muy útil es el juguete tipo Kong o la pelota, herramientas que estimulan el olfato, la persecución y la resolución de problemas. Estas actividades no solo ayudan a reducir el comportamiento no deseado, sino que fortalecen el vínculo entre dueño y mascota y previenen otras conductas inusuales en perros asociadas al aburrimiento o ansiedad.
Constancia, juego y paciencia: el trío infalible

Modificar el comportamiento de una mascota no ocurre de la noche a la mañana.
Modificar el comportamiento de una mascota no ocurre de la noche a la mañana. La clave, según Correa, es la constancia. "Esto es de tener paciencia, practicar mucho hasta que tu perro te obedezca", insiste. Cada sesión de juego es una oportunidad para enseñarle a tu perro cómo canalizar su energía de forma saludable.
Si notas que tu mascota repite constantemente esta conducta, tómalo como una señal: probablemente necesita más atención, juego o paseos. Comprender el lenguaje de los perros y actuar con empatía permitirá mejorar la convivencia y evitar que el problema se agrave. En lugar de castigar, redirige su comportamiento con actividades que lo reten física y mentalmente.