La terapia del muérdago recurre a extractos del Viscum album, una planta nativa de regiones europeas y de Asia Central. Su aplicación forma parte de enfoques complementarios en oncología, con el objetivo de reforzar las defensas del organismo, aliviar las reacciones adversas de la quimioterapia y favorecer una mejor calidad de vida. Aunque persisten dudas sobre su influencia directa en la supervivencia, su adopción ha aumentado dentro de la medicina integrativa.
Christian Thorsen y su camino hacia una alternativa natural
El actor peruano Christian Thorsen recibió un diagnóstico de cáncer de próstata en estado avanzado, con metástasis en huesos y pulmones. Frente al panorama adverso, optó por una alternativa menos convencional. “Yo quería dejar de lado completamente la quimio. Y esto era una forma de tratar la enfermedad sin tener que hacer eso”, expresó en una entrevista. A partir de ese momento, combinó la terapia con muérdago con un tratamiento antihormonal destinado a disminuir la testosterona, hormona que impulsa el desarrollo de este tipo de cáncer.

La terapia del muérdago, una alternativa para vencer el cáncer.
¿Qué dicen los expertos sobre el uso del muérdago contra el cáncer?
El Centro Médico Antroposófico señala que diversos estudios respaldan los efectos positivos de la terapia del muérdago, al mostrar que los pacientes tratados con esta alternativa experimentan una mejora significativa en su calidad de vida, un factor que puede influir en el pronóstico general. En 2015, la Sociedad Americana de Oncología Clínica subrayó la importancia del sistema inmunológico en el combate contra el cáncer. Tres años después, los premios Nobel de Medicina J. Allison y T. Honjo confirmaron este enfoque al demostrar que activar las defensas del organismo puede detener el avance de ciertos tumores.
¿En qué etapas del cáncer se aplica esta terapia?
La versatilidad del muérdago permite su uso en cualquier fase del cáncer: antes o después de la cirugía, como acompañamiento a la quimioterapia o radioterapia, en terapias paliativas o incluso en condiciones precancerosas. Su acción inmunomoduladora lo convierte en una opción viable para distintos tipos de tumores, desde etapas iniciales hasta casos avanzados.

La versatilidad del muérdago permite su uso en cualquier fase del cáncer.

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¿Este tratamiento es una opción segura?
Estudios clínicos respaldan que esta terapia puede combinarse con tratamientos convencionales sin interferir en su eficacia. De hecho, se ha reportado que al usar muérdago, los pacientes toleran mejor la quimioterapia, la radiación e incluso las terapias antihormonales. También puede reducir la inmunosupresión tras una cirugía y mejorar la recuperación postoperatoria.
Una de las ventajas de esta terapia es que promueve la participación activa del paciente en su tratamiento. “La terapia del muérdago permite que el paciente colabore y recupere autonomía”, indican desde el enfoque médico antroposófico. Al recuperar esa sensación de control, muchos pacientes reportan no solo mejoría física, sino también emocional.