Aunque el cáncer suele ser la enfermedad más temida cuando se habla del colon, existen afecciones mucho más comunes y menos conocidas que también afectan esta parte del cuerpo. Una de ellas es la diverticulosis, una condición en la que pequeñas bolsas o sacos, llamados divertículos, se forman en la pared del intestino grueso, especialmente en el colon. Esta patología es muy frecuente en la población occidental y afecta principalmente a personas mayores de 50 años, convirtiéndose en un problema de salud pública creciente.

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La aparición de divertículos en el colon se asocia a un aumento de la presión interna en el intestino, especialmente en quienes llevan una dieta baja en fibra, alta en harinas refinadas y azúcares, o tienen un estilo de vida sedentario. Estos hábitos, junto con la edad y otros factores, pueden desencadenar la formación de estas pequeñas bolsas que, si bien a menudo no causan síntomas, pueden complicarse y generar molestias importantes.
Principales factores de riesgo de la diverticulosis
Según Mayo Clinic, la edad es uno de los factores más determinantes para el desarrollo de divertículos. Se estima que cerca del 40% de las personas mayores de 50 años tienen diverticulosis, cifra que aumenta al 70% en mayores de 80 años. Sin embargo, no solo el paso del tiempo influye. La obesidad, en especial en varones, eleva el riesgo de presentar divertículos incluso antes de los 40 años.

La edad es uno de los factores más determinantes para el desarrollo de divertículos.
Además, la falta de actividad física y una dieta pobre en frutas, verduras y cereales integrales son factores que favorecen la aparición de esta condición. Por eso, mantener un estilo de vida activo y una alimentación rica en fibra son esenciales para la prevención y el cuidado del colon.
Síntomas comunes y complicaciones posibles
En la mayoría de los casos, la diverticulosis no presenta síntomas y se descubre de manera incidental durante exámenes rutinarios como una colonoscopía. Sin embargo, entre el 20% y 30% de las personas con divertículos en el colon pueden experimentar:
- Dolor o molestia en la parte izquierda del abdomen.
- Hinchazón o distensión abdominal.
- Gases excesivos o cambios en el ritmo intestinal, como estreñimiento o diarrea.

Cuando los divertículos se inflaman o infectan, aparece la diverticulitis, que puede requerir antibióticos, reposo digestivo e incluso cirugía en casos graves.
Aunque estas molestias suelen ser leves, afectan la calidad de vida y deben ser consultadas con un especialista para un diagnóstico preciso. Cuando los divertículos se inflaman o infectan, aparece la diverticulitis, que puede requerir antibióticos, reposo digestivo e incluso cirugía en casos graves. Otras complicaciones incluyen hemorragias, formación de abscesos y, en situaciones críticas, peritonitis.
Prevención y tratamiento
Una vez formados, los divertículos no desaparecen, pero es posible controlar su impacto mediante cuidados adecuados. En casos sin síntomas, basta con seguir una dieta rica en fibra (30-35 gramos diarios), mantener una buena hidratación y evitar alimentos que provoquen distensión, como las bebidas gaseosas.
Si hay síntomas, además de los cambios en la dieta, se recomienda reducir el consumo de carnes rojas y grasas, y en algunos casos usar medicamentos analgésicos, antiespasmódicos o antibióticos específicos. También se puede recomendar el uso de probióticos y antiinflamatorios para mejorar la salud intestinal.
La prevención sigue siendo la estrategia más efectiva: un estilo de vida activo, el control del peso y la incorporación constante de fibra en la alimentación son claves para evitar complicaciones.