Con el paso de los años, no solo nuestra piel revela signos de envejecimiento: el cabello también cambia. Se vuelve más fino, seco, pierde melanina (lo que genera la aparición de canas) y luce más apagado al disminuir su contenido de proteínas como la queratina. Esta transformación ha llevado a muchas personas a buscar soluciones que permitan mantener la salud capilar y, al mismo tiempo, disimular los efectos del tiempo.
Entre las opciones más comunes están las mechas para integrar las canas de forma natural o, de manera más directa, el uso de tintes. Estos últimos se han consolidado como el recurso más rápido y eficaz para mantener un color uniforme. Pero, aunque elegir un buen tinte es importante, también lo es saber cómo aplicarlo correctamente, y aquí surge una de las dudas más repetidas: ¿conviene teñirse el cabello limpio o sucio?
¿Es mejor teñirse con el cabello limpio o sucio?

Lo ideal es teñirse con el pelo limpio del día anterior, ya que esto ayuda a que el color se fije de forma más uniforme y el resultado sea más duradero.
La creencia de que el cabello debe estar sucio para teñirse ha estado presente durante años, basada en la idea de que el sebo protege el cuero cabelludo del daño químico. Sin embargo, el estilista Javier Mateo, cofundador de THE LAB Beauty Studio, aclara que lo ideal es teñirse con el pelo limpio del día anterior, ya que esto ayuda a que el color se fije de forma más uniforme y el resultado sea más duradero.
También destaca que aunque se puede aplicar el tinte justo después de lavar el cabello, esto no siempre es recomendable. “Lo mejor es que el pelo no esté ni muy sucio ni recién lavado”, apunta Mateo. Por su parte, Rosa Roselló, directora de formación de Druni, coincide y agrega que el sebo natural puede actuar como una barrera protectora contra posibles irritaciones y favorecer la adhesión del tinte a la fibra capilar. En resumen, para lograr un resultado óptimo, el punto medio es la mejor opción: cabello limpio, pero no recién lavado.
La importancia del tipo de tinte que elijas
No todos los tintes funcionan igual ni se aplican bajo las mismas condiciones. Según el estilista Víctor del Valle, embajador de L'Oréal Professionnel, el estado del cabello al momento de teñir depende también del tipo de coloración que se va a usar. En el caso de los tintes con coloración alcalina, es preferible aplicarlos con el cabello algo sucio, ya que el pH natural del cuero cabelludo ayuda a evitar irritaciones. En cambio, los tintes de coloración ácida, que depositan el pigmento sobre la fibra, requieren que el cabello esté limpio para obtener el mejor resultado.

Javier Mateo recomienda lavar el cabello con agua tibia o fría.
Esto demuestra que teñirse el pelo limpio o sucio no es una respuesta única, sino que debe adaptarse a las características del producto y al estado del cabello. Por ello, antes de aplicar un tinte, conviene leer las recomendaciones específicas del fabricante o consultar con un profesional que pueda orientarte según tu tipo de cabello y el resultado deseado.
Cómo aplicar correctamente el tinte para un color uniforme
Una vez elegido el tinte adecuado, su aplicación correcta es clave. La farmacéutica Helena Rodero recomienda usar el oxidante mínimo necesario para lograr la cobertura deseada, y sugiere comenzar la aplicación por la raíz, siguiendo un orden que garantice uniformidad. Si no tienes muchas canas, no hace falta cubrir toda la melena: solo las zonas visibles.
Para aplicar el tinte, lo ideal es abrir el cabello en secciones y depositar el producto directamente, sin arrastrarlo, y finalizar en la línea de nacimiento. El tiempo de exposición debe rondar los 35-40 minutos. Además, para prolongar los efectos del tinte, Javier Mateo recomienda lavar el cabello con agua tibia o fría, espaciar los lavados (no más de 2-3 veces por semana), usar protectores térmicos, evitar herramientas de calor frecuentes y proteger el cabello del sol. Así, el color se mantendrá más brillante por más tiempo, alargando los beneficios de tu sesión de coloración.