A la hora de elegir una bebida alcohólica pensando en la salud, el debate entre la cerveza y el vino es común. Si bien ambos pueden tener ciertos efectos positivos en el organismo, expertos de la Universidad de Harvard han analizado cuál de los dos aporta mayores beneficios.
Cabe resaltar que el consumo de alcohol, en general, no se promueve como hábito saludable. De hecho, la Organización Mundial de la Salud sostiene que lo más saludable es evitarlo por completo. Sin embargo, cuando se compara la composición del vino con la de la cerveza, solo una ofrece más ventajas para la salud cardiovascular, siempre que se consuma en pequeñas cantidades.
El vino tinto y el secreto de sus beneficios
El principal argumento a favor del vino tinto frente a la cerveza es su alto contenido de polifenoles.
El principal argumento a favor del vino tinto frente a la cerveza es su alto contenido de polifenoles, compuestos naturales con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e incluso antivirales. Estos ayudan a mejorar la circulación, relajan las paredes de los vasos sanguíneos y contribuyen a reducir el colesterol LDL (conocido como "colesterol malo"). Aunque la cerveza también contiene compuestos fenólicos, la cantidad es significativamente menor.
Incluso frente al vino blanco, el tinto sale ganando: según Harvard, contiene hasta diez veces más polifenoles. Por eso, muchos especialistas sugieren priorizar otros alimentos ricos en estos compuestos: como el té, los frutos rojos, la cebolla o la manzana, y dejar el vino como un complemento ocasional dentro de una dieta saludable.
Beneficios del vino sin alcohol
Los beneficios del vino no están ligados al alcohol en sí, sino a los compuestos antioxidantes presentes en la uva.
Harvard también exploró los efectos del vino desalcoholizado, es decir, vino al que se le ha eliminado el alcohol pero se conservan los polifenoles. Los resultados fueron prometedores: este tipo de bebida ayudó a reducir la presión arterial al mejorar la sensibilidad a la insulina y favorecer la dilatación de los vasos sanguíneos. Esto sugiere que los beneficios del vino no están ligados al alcohol en sí, sino a los compuestos antioxidantes presentes en la uva.
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Por lo tanto, si buscas una opción aún más saludable, el vino sin alcohol podría ofrecer ventajas similares sin los efectos negativos del etanol. Sea cual sea tu elección, la moderación sigue siendo la clave para cuidar tu salud.
