Hacer queso fresco en casa no tiene que ser una tarea complicada ni reservarse para chefs experimentados. Con apenas tres ingredientes cotidianos: leche entera, un ácido como limón o vinagre, y un toque de sal, es posible obtener un queso suave, cremoso y sin conservantes. Además, su frescura y simplicidad lo convierten en una alternativa saludable y mucho más económica frente a los productos comerciales.
El valor de esta preparación va más allá del sabor: permite controlar los ingredientes, reducir sal y evitar aditivos artificiales. Según el nutricionista Pablo Ojeda, reconocido por sus recetas prácticas y saludables, el queso fresco es ideal por ser más digestivo y bajo en lactosa, lo que lo vuelve perfecto para añadir a una dieta equilibrada
Por qué vale la pena incluir queso fresco casero en tu dieta

El queso fresco es ideal por ser más digestivo y bajo en lactosa.
Este queso es una opción saludable y sabrosa por donde se lo mire. No solo es más fácil de digerir gracias a su bajo contenido de lactosa, sino que también aporta proteínas y calcio mínimamente procesados. Además, al prepararlo tú mismo, puedes elegir ingredientes de calidad y ajustar el sabor a tu preferencia.
Y su versatilidad es un plus: va bien en ensaladas, tostadas o incluso en postres ligeros con un toque de miel o frutas. Es una excelente manera de darle un giro saludable y casero a tu cocina sin complicaciones.
Cómo hacer queso fresco casero con solo tres ingredientes

Hacer queso fresco en casa no tiene que ser una tarea complicada ni reservarse para chefs experimentados
- Calienta 1 litro de leche entera (evita la leche UHT) en una olla, removiendo constantemente para que no se queme.
- Cuando la leche empiece a humear (antes de hervir), retírala del fuego.
- Agrega 4 cucharadas de vinagre blanco o jugo de limón, mezclando con suavidad hasta que la leche se corte y se separe en cuajada y suero.
- Deja reposar la mezcla durante unos 10 minutos para completar la separación.
- Coloca una gasa o trapo limpio sobre un colador y vierte la mezcla para filtrar el suero.
- Si deseas un queso más seco y firme, presiona suavemente la cuajada con una cuchara o espátula.
- Transfiere la cuajada escurrida a un molde, añade sal al gusto y presiona ligeramente para darle forma.
- Refrigera por al menos 2 horas para que tome la textura adecuada.
Este método casero es rápido, económico y libre de conservantes. Ideal para disfrutar de un queso fresco natural hecho por ti mismo.