Esta es la actividad física que ayuda a prevenir enfermedades oculares, respaldada por la ciencia
Esta es la actividad física que ayuda a prevenir enfermedades oculares, respaldada por la ciencia

Esta es la actividad física que ayuda a prevenir enfermedades oculares, respaldada por la ciencia

|13 septiembre 2025

El cuidado de la salud ocular no depende solo de lentes, cirugías o controles oftalmológicos. La ciencia ha comenzado a demostrar que los hábitos diarios también influyen significativamente en la preservación de la visión. En especial, la actividad física desempeña un papel relevante, al ofrecer beneficios más allá del bienestar general. Estudios recientes recopilados por VeryWell Health sugieren que ciertas rutinas pueden disminuir el riesgo de padecer patologías oculares comunes en la adultez mayor.

¿Qué dice la ciencia sobre la actividad física para prevenir enfermedades oculares?

La relación entre ejercicio y salud visual comienza en el sistema circulatorio. El doctor Phillip Yuhas, optometrista y docente en The Ohio State University College of Optometry, afirma que “el ojo depende en gran medida del suministro sanguíneo”. Una circulación eficiente permite que estructuras clave como la mácula y la retina reciban nutrientes esenciales. Por el contrario, cuando el sistema cardiovascular falla, la oxigenación disminuye y con ella la capacidad del ojo para mantenerse sano, lo que puede desencadenar enfermedades como el glaucoma o la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

¿Qué tipo de actividad física previene enfermedades oculares de forma más efectiva?

Según un metaanálisis publicado en 2022 con más de 14.600 participantes, los niveles elevados de ejercicio se vinculan con una incidencia más baja de DMAE en etapas iniciales. No todas las disciplinas ofrecen la misma protección. Las más eficaces son aquellas de intensidad vigorosa, como el entrenamiento de fuerza o el ejercicio aeróbico intenso. Caminar, aunque saludable, no produce los mismos efectos sobre la salud visual. La frecuencia, el esfuerzo sostenido y la duración marcan la diferencia.

Entrenamiento de fuerza

El entrenamiento de fuerza es una de las actividades que previene enfermedades oculares.

La profesora Terri L. Call, experta en salud visual en la UAB School of Optometry, advierte que aunque el ejercicio puede reducir riesgos, no revierte el daño cuando ya se ha desarrollado la enfermedad. Para quienes presentan antecedentes familiares, adoptar una rutina intensa y constante desde jóvenes representa una estrategia de prevención eficaz. Sin embargo, en pacientes con diagnóstico, la recomendación se orienta hacia sesiones de 30 minutos diarios, adaptadas a las capacidades físicas y supervisadas por profesionales.

¿Qué medidas pueden tomar quienes ya tienen problemas visuales?

La pérdida de visión central que provoca la DMAE no impide continuar con actividad física, pero sí obliga a tomar precauciones. Se sugiere ejercitarse en espacios conocidos y seguros. Además, la especialista Vaishnavi Balendiran, de la University of Missouri Health Care, recomienda visitar un centro de baja visión para recibir herramientas que faciliten tareas diarias. Asesorarse permite prolongar la autonomía incluso en contextos de pérdida visual progresiva.

¿Por qué es importante mantenerse activo para conservar la vista en la vejez?

Los expertos coinciden en que el ejercicio intenso no solo mejora la salud general, sino que también fortalece el sistema ocular. Preservar la capacidad visual favorece la independencia en la tercera edad, reduce el riesgo de caídas y permite una vida más plena. Adoptar desde hoy una rutina física adecuada puede marcar la diferencia en el futuro.