Caminar no solo es una de las formas más accesibles de ejercicio físico, también es una de las más eficaces cuando se trata de perder grasa abdominal. Según la Mayo Clinic, caminar regularmente puede ayudar a controlar el peso, mejorar el estado cardiovascular y fortalecer músculos sin causar un gran impacto en las articulaciones. Cuanto mayor sea la intensidad o el ritmo, mayor será la quema de calorías.
Además, caminar a paso ligero activa el metabolismo y, con el tiempo, contribuye a la movilización de la grasa visceral, esa que se acumula en el abdomen y que está estrechamente vinculada con enfermedades como la diabetes tipo 2 y afecciones cardíacas.
¿Cómo caminar correctamente para potenciar resultados?
La clave no está solo en caminar, sino en cómo lo haces. La entrenadora física Candela Lavorano explicó que el cuerpo utiliza glucógeno como fuente de energía inicial durante la caminata, y solo después de cierto tiempo empieza a quemar grasa.
Por eso, se recomienda caminar al menos 30 a 45 minutos continuos, cinco veces por semana, a un ritmo que eleve ligeramente el ritmo cardíaco pero permita mantener una conversación.
Caminar o correr mejorará tu salud a largo plazo. Foto: GLR
Ciencia que respalda el poder de caminar
Un estudio publicado en el Journal of Exercise Nutrition & Biochemistry demostró que mujeres con sobrepeso que caminaron tres veces por semana durante 12 semanas redujeron significativamente su grasa abdominal sin modificar su dieta.
La investigación subraya que este tipo de ejercicio aeróbico no solo mejora la composición corporal, sino que también reduce marcadores inflamatorios y mejora la resistencia a la insulina.
Asimismo, caminar en ayunas puede acelerar la quema de grasa, aunque siempre debe hacerse con supervisión y escuchando al cuerpo.
Bienestar más allá de la estética
El impacto de caminar va mucho más allá de la quema de calorías. Mejora la digestión, regula el apetito, combate el estrés y favorece el bienestar general. También puede disminuir los antojos de azúcar y fomentar un descanso más reparador.