Hígado graso: síntomas clave y cómo prevenirlo a tiempo.
Hígado graso: síntomas clave y cómo prevenirlo a tiempo. Composición LR

Hígado graso: señales que no debes ignorar y cómo prevenirlo

|20 abril 2025

El hígado graso es una condición silenciosa que afecta cada vez a más personas en todo el mundo, muchas veces sin presentar síntomas evidentes en sus primeras etapas. Esta afección ocurre cuando se acumula grasa en las células hepáticas, lo que puede generar inflamación y dañar progresivamente este órgano vital. Su avance puede derivar en enfermedades más graves como la cirrosis o incluso cáncer de hígado si no se detecta a tiempo.

Factores como la obesidad, la diabetes tipo 2, el consumo excesivo de alcohol y el sedentarismo han disparado la incidencia del hígado graso no alcohólico (EHGNA). De hecho, un estudio del Hospital Universitario Nacional de Singapur publicado en 2022 concluyó que esta enfermedad ya es una de las principales causas de daño hepático a nivel global. La buena noticia es que una alimentación saludable y ciertos cambios de hábitos pueden marcar la diferencia en su prevención y tratamiento.

¿Qué es el hígado graso y por qué aumenta su incidencia?

El hígado graso puede tener origen alcohólico o no alcohólico, y su presencia está relacionada directamente con los estilos de vida modernos: comidas ultraprocesadas, poco movimiento, estrés y dietas desequilibradas. Estudios recientes revelan que actualmente cerca del 32% de la población adulta mundial vive con hígado graso, y se estima que para 2030 esta cifra seguirá en aumento si no se toman medidas.

El hígado graso puede tener origen alcohólico o no alcohólico, y su presencia está relacionada directamente con los estilos de vida modernos.

El hígado graso puede tener origen alcohólico o no alcohólico, y su presencia está relacionada directamente con los estilos de vida modernos.

Además de ser una enfermedad silenciosa, su avance puede pasar inadvertido durante años. Esto lo convierte en un problema de salud pública que exige mayor conciencia y prevención.

Síntomas comunes del hígado graso

Uno de los principales desafíos del hígado graso es que no suele presentar signos visibles en sus etapas iniciales. Según el portal médico MedlinePlus, los síntomas más frecuentes —cuando aparecen— pueden incluir:

  • Cansancio persistente
  • Malestar o presión en la zona superior derecha del abdomen
  • Inflamación hepática en fases más avanzadas
  • En casos graves: cirrosis, fibrosis o insuficiencia hepática

Estas manifestaciones suelen aparecer cuando ya existe un grado de daño hepático significativo. Por eso, la detección temprana mediante análisis de sangre o estudios por imágenes es fundamental.

Hábitos y alimentos que ayudan a prevenir el hígado graso

Adoptar un estilo de vida saludable es la mejor defensa contra el hígado graso.

Adoptar un estilo de vida saludable es la mejor defensa contra el hígado graso.

Adoptar un estilo de vida saludable es la mejor defensa contra el hígado graso. La Fundación para el Estudio de las Hepatitis Virales recomienda una alimentación rica en vegetales, frutas frescas, legumbres, cereales integrales y grasas saludables como las del aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos.

Alimentos procesados, azúcares refinados, comidas rápidas, grasas saturadas y alcohol deben reducirse o evitarse por completo. También es clave mantenerse activo, controlar el peso corporal y evitar el tabaquismo. Además, según la Clínica Mayo, algunas bebidas naturales como el agua de avena y canela o el té de jengibre con limón pueden tener un efecto positivo en la desintoxicación y desinflamación del hígado.

Toronjil y sus propiedades para proteger el hígado

El toronjil, una planta originaria de la zona del Mediterráneo, contiene compuestos antioxidantes como el ácido rosmarínico y flavonoides, que contribuyen a reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el hígado. Estos efectos lo convierten en un complemento natural para prevenir el avance del hígado graso y proteger la salud hepática.

No se trata de una cura milagrosa, pero su consumo en infusiones, bajo supervisión médica o nutricional, puede ser una herramienta más dentro de una estrategia preventiva integral.