La relación entre los microbios que habitan nuestro cuerpo y nuestra salud es cada vez más evidente. Aunque se creía que las bacterias superaban ampliamente en número a las células humanas, estudios recientes indican que la proporción es más cercana a 1:1, con aproximadamente 38 billones de bacterias y 30 billones de células. Este equilibrio microbiano, conocido como microbioma, cumple funciones vitales y, en algunos casos, puede estar vinculado a enfermedades graves como el cáncer, específicamente el cáncer de páncreas, un tumor con baja tasa de supervivencia.

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Las bacterias en la boca que pueden influir en el cáncer de páncreas
Investigaciones recientes sugieren que ciertas bacterias presentes en la boca, como Porphyromonas gingivalis, pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Estas bacterias pueden trasladarse al páncreas a través del tracto digestivo, y estudios en modelos animales indican que aceleran la progresión de anomalías pancreáticas hacia el cáncer. Además, la presencia de hongos orales como Candida también estaría relacionada con un mayor riesgo, aunque aún se requieren más estudios para comprender estos mecanismos.

Investigaciones recientes sugieren que ciertas bacterias presentes en la boca pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
El conocimiento de estas bacterias y hongos abre la puerta a una herramienta muy prometedora: el uso del microbioma oral como biomarcador no invasivo para detectar el cáncer de páncreas en etapas tempranas. Un estudio reciente liderado por expertos de la Universidad de Nueva York, publicado en la revista JAMA, confirma que las comunidades microbianas en la boca pueden ayudar a identificar a personas con mayor riesgo, lo que facilitaría el diagnóstico precoz y mejoraría las opciones de tratamiento.
Además, entender la influencia del microbioma no solo permitirá predecir la aparición del tumor, sino también optimizar la terapia personalizada para cada paciente. Factores como el estilo de vida, la dieta, el tabaquismo y el descanso afectan la microbiota, por lo que su manejo puede ser una vía para reducir riesgos. En el Perú, donde el acceso a diagnósticos tempranos es limitado, estos avances representan una esperanza importante para la prevención y tratamiento del cáncer de páncreas.