Sentir ardor en el pecho después de comer no es raro, pero cuando este malestar se repite varias veces por semana, podría tratarse de más que una simple indigestión. La acidez estomacal frecuente afecta a millones de personas en todo el mundo, incluyendo una gran parte de la población peruana, y puede impactar directamente en la calidad de vida si no se trata adecuadamente.
La acidez estomacal ocurre cuando los ácidos del estómago suben por el esófago, provocando una sensación de ardor que puede confundirse fácilmente con problemas cardíacos. Aunque para muchos es solo un malestar pasajero, en algunos casos podría ser señal de una afección más compleja: la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Saber identificar sus causas, síntomas y formas de tratamiento es fundamental para evitar complicaciones mayores.
¿Qué provoca la acidez estomacal y cómo se siente?
Según Cleveland Clinic, la acidez estomacal suele manifestarse como un ardor que comienza en la parte inferior del pecho y puede subir hacia la garganta. Se intensifica al acostarse o agacharse, y muchas veces aparece después de consumir comidas copiosas, grasosas, ácidas o muy condimentadas. También puede acompañarse de otros síntomas como eructos, regurgitación, sabor amargo en la boca, náuseas o incluso tos persistente.

La acidez estomacal frecuente puede confundirse con otros dolores en el pecho; conocer sus síntomas es clave para un diagnóstico correcto.
Entre las causas de la acidez estomacal están el aumento de peso, el tabaquismo, el uso de ropa ajustada, el embarazo, ciertas medicinas y alimentos como el café, el chocolate o los cítricos. Todo esto puede debilitar el esfínter esofágico inferior, que es la válvula encargada de evitar que los ácidos del estómago regresen al esófago. Cuando este mecanismo falla, se produce el reflujo y con él, la temida acidez.
Tratamientos y consejos para aliviar la acidez estomacal
Los tratamientos para la acidez estomacal dependen de su frecuencia e intensidad. Si los episodios son ocasionales, basta con hacer cambios simples en la rutina: evitar comidas pesadas, no acostarse inmediatamente después de comer, reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y optar por porciones pequeñas. También se recomienda dormir sobre el lado izquierdo para reducir la posibilidad de reflujo nocturno.
En casos más persistentes, los médicos pueden recetar antiácidos, bloqueadores H2 o inhibidores de la bomba de protones (IBP), que ayudan a reducir la producción de ácido y proteger el esófago. Si el problema no mejora con medicación, se pueden considerar otros tratamientos como endoscopias, pruebas de pH esofágico o incluso intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas. Ante cualquier duda, siempre es recomendable consultar con un gastroenterólogo para evitar complicaciones como esofagitis o úlceras.

Cambios simples como evitar acostarse después de comer y reducir alimentos ácidos pueden aliviar significativamente el reflujo.
Cambios en el estilo de vida que ayudan a controlar la acidez estomacal
Además del tratamiento médico, muchos casos de acidez estomacal frecuente pueden mejorar considerablemente con cambios sencillos en el estilo de vida. Comer porciones más pequeñas durante el día, evitar acostarse inmediatamente después de las comidas y esperar al menos tres horas antes de ir a dormir son medidas que pueden reducir los episodios de reflujo.

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También se recomienda mantener un peso saludable, aflojar la ropa ajustada alrededor del abdomen y evitar alimentos que suelen actuar como desencadenantes, como el café, el chocolate, las frituras o las frutas cítricas. Dormir sobre el lado izquierdo y dejar de fumar son otras estrategias respaldadas por especialistas. En casos persistentes, o si los síntomas se acompañan de dificultad para tragar o dolor torácico, es importante buscar atención médica para descartar complicaciones mayores.