La influencer Onelia Molina narró en su podcast 'Doble Sentido' que Mario Irivarren atraviesa problemas respiratorios nocturnos que le impiden dormir. Explicó que la congestión, las pesadillas y los reclamos inconscientes durante la madrugada interrumpen su sueño. Eso despertó empatía en quienes viven situaciones similares, confirmando que la dificultad para compartir la cama no es tan infrecuente como se imagina.
¿Por qué cuesta dormir en pareja?
Según el portal Hana Psicología, existen diversos factores que influyen en este tipo de insomnio compartido. Entender esas razones resulta esencial para recuperar descanso y bienestar emocional dentro de la relación.
Causas frecuentes del insomnio al dormir en pareja
- Incomodidad física: camas pequeñas, colchones incómodos o almohadas inadecuadas impiden conciliar el sueño.
- Movimiento excesivo: quien comparte alcanza al otro con movimientos constantes o tiende a invadir el espacio.
- Temperatura elevada: dos cuerpos generan más calor y dificultan el descanso, especialmente en verano.
- Horarios desalineados: dormir en horarios distintos genera interrupciones por luz o ruidos.
- Falta de familiaridad: la persona nueva o los objetos desconocidos pueden generar tensión inconsciente.
- Presión social y ansiedad: sentir que se debe dormir en pareja puede agravar la ansiedad al acostarse.

Hay personas que tienen dificultades al dormir en pareja.
¿Cómo aliviar las dificultades al dormir en pareja?
- Comunicar honestamente tus dificultades para buscar soluciones.
- Analizar si un colchón más amplio o cambiable puede mejorar la situación.
- Usar mantas o almohadas individuales para evitar peleas por espacio o temperatura.
- Considerar dormir en camas separadas ocasionalmente para descansar mejor sin alejarse.
- Crear un ambiente relajante que favorezca el sueño de ambos, sin presiones ni tensiones.
¿Y las pesadillas, cómo afectan el descanso compartido?
Según Mayo Clinic, las pesadillas pueden originarse por estrés, ansiedad, eventos traumáticos, falta de sueño, ciertos medicamentos o trastornos como el TEPT. También reflejan inseguridades personales que afectan al durmiente y a quien comparte su noche. Desde ofrecer comprensión hasta fomentar técnicas de relajación, lo importante es abordar el problema con empatía. En casos persistentes resulta útil consultar con un profesional de salud mental.