La inesperada separación de Maju Mantilla y Gustavo Salcedo ha causado conmoción, sobre todo para la ex reina de belleza, quien se enteró del acuerdo de divorcio únicamente cuando Salcedo lo anunció de en sus redes sociales. Situaciones como esta, donde una pareja termina sin brindar explicaciones claras, suelen generar incertidumbre y dolor en quien queda atrás, dificultando comprender qué ocurrió realmente y cómo sobrellevar la ruptura.
Expertos en relaciones sentimentales coinciden en que las rupturas sin explicación suelen tener raíces profundas, que pueden incluir desde problemas emocionales no expresados hasta diferencias en las expectativas y comunicación. Analizar estos factores puede ayudar a quienes pasan por una experiencia similar a encontrar un sentido y avanzar hacia una recuperación emocional más saludable.
Cuando una pareja se va sin dar explicaciones
La inesperada separación de Maju Mantilla y Gustavo Salcedo ha dejado más preguntas que respuestas, especialmente para la ex reina de belleza, quien, según personas cercanas, no estaba al tanto del acuerdo de divorcio hasta que este fue publicado por su expareja. Situaciones como esta, en las que una persona termina una relación sin ofrecer ninguna explicación, generan un profundo desconcierto emocional en quien queda atrás. Según especialistas de la Clínica de Psicología Blu, este tipo de ruptura es más común de lo que parece y tiene nombre: ghosting.

Cuando una relación termina sin previo aviso ni razones claras, las heridas emocionales suelen permanecer abiertas durante mucho más tiempo.
El ghosting es una estrategia de evasión emocional en la que alguien decide terminar un vínculo desapareciendo por completo, sin enfrentar una conversación directa. Aunque suene extremo, hoy en día es una práctica cada vez más habitual, incluso en relaciones largas. Dejar de responder mensajes, bloquear en redes sociales o simplemente cortar toda forma de contacto se ha convertido en una salida “fácil” para quienes no saben o no pueden enfrentar el dolor ajeno. Sin embargo, esa salida puede ser devastadora para quien la sufre.
En un estudio reciente en España, más del 19% de los encuestados admitió haber sido víctima de ghosting, mientras que un 23% confesó haberlo aplicado. Si bien esta conducta está asociada principalmente a las relaciones de pareja, también se está extendiendo a otras áreas, como el entorno laboral o incluso amistades. Y aunque las tecnologías modernas, como las aplicaciones de citas, han facilitado este tipo de rupturas silenciosas, el fondo del problema sigue siendo emocional: miedo al conflicto, inmadurez afectiva o simplemente falta de empatía.
¿Por qué duele tanto el ghosting y cómo superarlo?
Cuando una relación termina sin previo aviso ni razones claras, las heridas emocionales suelen permanecer abiertas durante mucho más tiempo. Al no entender qué falló o por qué ocurrió la ruptura, la mente entra en un bucle constante tratando de encontrar respuestas. Este desgaste mental no solo genera ansiedad, sino que afecta la concentración, el bienestar emocional y hasta la autoestima de la persona afectada.

El ghosting es una estrategia de evasión emocional en la que alguien decide terminar un vínculo desapareciendo por completo, sin enfrentar una conversación directa.
Además, el ghosting suele dejar secuelas profundas. La incertidumbre no permite cerrar el ciclo, lo que puede llevar a que la persona abandonada se culpe a sí misma. En muchos casos, se internaliza la ruptura como una falla personal, cuando en realidad es reflejo de la incapacidad del otro para gestionar una situación emocionalmente compleja. Esta estrategia, aunque parezca menos conflictiva, resulta ser mucho más dolorosa y puede afectar la forma en que enfrentamos futuras relaciones.
Frente a ello, los expertos recomiendan tres pasos claves:
- Aceptar que no es tu culpa. Toda relación es responsabilidad compartida, y quien desaparece sin dar la cara probablemente no estaba listo para un vínculo maduro.
- Aprender a lidiar con la incertidumbre. No siempre obtendrás las respuestas que deseas, y eso está bien.
- Dejar de buscar explicaciones y enfocarte en el presente. Aferrarse a la necesidad de una “razón” solo prolonga el dolor.
Como dice el refrán, “no hay mal que por bien no venga”. Aunque ahora cueste verlo, toda ruptura puede ser una oportunidad para fortalecer tu autoestima, replantear tus prioridades afectivas y crecer emocionalmente. Superar una separación sin explicación, como la vivida por Maju Mantilla, no es fácil, pero es posible. Y muchas veces, lo más sano no es entender el “por qué”, sino aprender a soltar y seguir adelante.