Tras confirmar su separación, Mario Irivarren y Onelia Molina han vuelto a aparecer juntos en distintas situaciones, desde viajes compartidos hasta eventos personales. A pesar de que ambos han reiterado que están solteros, su cercanía ha despertado una duda frecuente en muchas relaciones: ¿es realmente sano seguir en contacto con una expareja? ¿Qué impacto puede tener esto en nuestro equilibrio emocional?
Es común que, tras una separación, queden lazos difíciles de soltar. Ya sea por costumbre, cariño o la esperanza de una posible reconciliación, muchas personas deciden mantener el contacto con su expareja. Sin embargo, los expertos en salud mental advierten que esta decisión no siempre es beneficiosa y que, en algunos casos, puede interferir con el proceso natural de duelo y recuperación emocional.
¿Por qué nos cuesta dejar de hablar con nuestra ex pareja?

Mantener vínculos con una ex pareja puede afectar el proceso de duelo y salud emocional, advierten especialistas.
Expertos de Mejor con Salud señalan que sentir la necesidad de seguir en contacto no es una señal de debilidad. Es una reacción natural cuando la rutina, el afecto e incluso nuestra identidad estaban ligadas a otra persona. Según especialistas en psicología, romper con una pareja puede activar mecanismos similares a los de una adicción. El cerebro busca ese “refuerzo emocional” que antes obtenía, generando ansiedad o vacío al perderlo.
A esto se suma que mantener ese vínculo, aunque sea virtual o esporádico, puede dar una sensación momentánea de alivio. Sin embargo, los psicólogos advierten que, a largo plazo, prolongar el contacto puede impedir que el cerebro y las emociones procesen el cierre de etapa. En otras palabras, mantenerse cerca del ex puede hacernos sentir mejor por un momento, pero puede afectar nuestra salud emocional a largo plazo.
Cómo saber si el contacto con tu ex te está haciendo daño
Hablar con tu ex podría parecer inofensivo, pero si detrás de ese vínculo aún hay expectativas, el riesgo emocional crece. Muchos mantienen el contacto con la esperanza de que todo vuelva a ser como antes, y cuando eso no sucede, el dolor se intensifica. Esto puede generar un círculo de decepción, estancamiento y dificultad para iniciar nuevos vínculos.

Tras una separación, el contacto constante con un ex puede retrasar la sanación emocional y generar confusión afectiva.
Además, si estás conociendo a alguien nuevo o deseas volver a abrirte al amor, arrastrar vínculos del pasado puede obstaculizar el proceso. Las investigaciones demuestran que quienes mantienen contacto constante con una ex pareja suelen tener más dificultades para comprometerse en relaciones futuras.

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Por ello, muchos profesionales recomiendan aplicar el “contacto cero” por un tiempo. No se trata de odiar ni cortar de forma conflictiva, sino de darte el espacio y el respeto que necesitas para sanar, reconstruirte y reenfocarte. Solo así podrás tomar decisiones emocionales desde la claridad, no desde la nostalgia o la dependencia.