El pie de atleta es una infección fúngica común que afecta con mayor frecuencia la piel entre los dedos de los pies. Suele desarrollarse en ambientes cálidos y húmedos, especialmente en personas que usan calzado cerrado por muchas horas o que transpiran en exceso. Aunque no representa un riesgo grave para la salud, es incómodo, contagioso y puede volver a aparecer si no se trata de manera adecuada.

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Los síntomas característicos incluyen una piel escamosa, picazón intensa, irritación y en algunos casos ampollas o enrojecimiento. Debido a que es una infección común, es importante conocer cómo identificarla, evitar su contagio y aplicar medidas para mantener los pies saludables.
¿Qué es el pie de atleta y cuáles son sus síntomas más frecuentes?
Según Mayo Clinic, el pie de atleta, también conocido como tiña pedis, es causado por un grupo de hongos denominados dermatofitos. Estos microorganismos proliferan en ambientes cálidos y húmedos, lo que explica por qué el pie de atleta es común en personas que usan zapatos cerrados y sudan mucho.

El pie de atleta, también conocido como tiña pedis, es causado por un grupo de hongos denominados dermatofitos.
Entre los síntomas más habituales de esta infección fúngica están:
- Piel agrietada y descamada entre los dedos de los pies
- Picazón intensa, especialmente al quitarse los zapatos o calcetines
- Enrojecimiento o cambios de color en la piel, que pueden variar según el tono natural
- Sensación de ardor o escozor
- Presencia de ampollas pequeñas
- Piel seca y escamosa en la planta y laterales del pie
Si los síntomas no mejoran tras dos semanas de tratamiento con productos antimicóticos de venta libre, o si se presentan signos de infección bacteriana como hinchazón o pus, es fundamental consultar con un médico.
Cómo prevenir el pie de atleta y cuidar tus pies día a día
Los expertos señalan que evitar el pie de atleta es posible tomando medidas sencillas que reduzcan la humedad y el contacto con hongos. Algunas de sus recomendaciones para prevenir esta infección incluyen:

Evitar el pie de atleta es posible tomando medidas sencillas que reduzcan la humedad y el contacto con hongos.
- Mantener los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos
- Cambiar los calcetines diariamente, preferiblemente usar materiales que absorban la humedad como el algodón
- Alternar el calzado para que cada par tenga tiempo de airearse y secarse
- Usar sandalias o zapatos abiertos cuando sea posible, para que los pies respiren

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- Evitar caminar descalzo en lugares públicos húmedos como vestuarios, piscinas o duchas
- No compartir calzado, toallas o ropa de cama con otras personas para evitar contagios
- Aplicar polvos antimicóticos si eres propenso a esta infección o pasas mucho tiempo con los pies sudados
Estas prácticas simples pueden marcar la diferencia y ayudar a mantener la salud de tus pies, evitando la molesta y recurrente infección conocida como pie de atleta.