El vitiligo es una enfermedad autoinmune que provoca la pérdida de pigmentación en la piel, formando manchas blancas visibles en diversas partes del cuerpo. Aunque no es contagioso ni doloroso, su efecto estético puede tener un profundo impacto psicológico.
Según el portal CinfaSalud, muchas personas que viven con vitiligo enfrentan dificultades relacionadas con la autoestima, el rechazo social y la ansiedad, especialmente si la condición se manifiesta en el rostro o en zonas visibles.
Los expertos coinciden en que los síntomas físicos del vitiligo pueden derivar en una alteración significativa del bienestar emocional, afectando incluso las relaciones interpersonales y el desarrollo profesional.
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¿Cómo afecta el vitiligo a la salud emocional?
De acuerdo con dermatólogos consultados por El Tiempo, el impacto psicológico del vitiligo puede ser especialmente fuerte en adolescentes y adultos jóvenes. La percepción de “diferencia” frente a los demás y el desconocimiento general sobre la enfermedad pueden causar inseguridad, retraimiento social y cuadros de depresión leve a moderada.
¿El estrés puede empeorar el vitiligo?
Diversos estudios han señalado que el estrés emocional puede influir en la progresión del vitiligo al alterar el sistema inmunológico.
Según una revisión publicada en Frontiers in Psychology, los factores psicosociales, como el estrés crónico, pueden desencadenar o agravar enfermedades autoinmunes, incluido el vitiligo, debido al desequilibrio entre las respuestas inflamatorias y antiinflamatorias del organismo. Esta alteración puede dañar los melanocitos, células responsables de la pigmentación de la piel.
El entorno social de las personas con vitligo es importante para reforzar su salud emocional. Foto: composición GLR/difusión
Además, la American Academy of Dermatology indica que muchos pacientes reportan la aparición o empeoramiento de las manchas blancas tras períodos de alto estrés, lo que sugiere una relación significativa aunque no completamente comprendida.
Médicos especialistas recomiendan incorporar prácticas de manejo emocional como parte integral del tratamiento del vitiligo, ya que reducir el estrés puede estabilizar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.
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Recuperar la confianza: estrategias recomendadas
Expertos en salud y bienestar sugieren varios caminos para mejorar la autoestima y retomar una vida saludable:
- Educación sobre el vitiligo: Entender la enfermedad ayuda a desestigmatizarla y reduce la ansiedad.
- Terapia psicológica: La orientación profesional puede ser clave para afrontar los desafíos emocionales.
- Apoyo social: Participar en comunidades o grupos de pacientes brinda contención y experiencias compartidas.
- Cuidado estético y dermatológico: Tratamientos con fototerapia o cremas despigmentantes, además del maquillaje correctivo, pueden mejorar la imagen personal y la confianza.
