La globalización, el cambio climático y la degradación ambiental han incrementado el surgimiento de enfermedades infecciosas emergentes. Según el Centro Médico Ramazzini, estas patologías, en su mayoría de origen zoonótico, tienen la capacidad de convertirse rápidamente en pandemias si no se controlan a tiempo.
La detección temprana, la vigilancia epidemiológica y la educación sanitaria son herramientas esenciales para frenar brotes antes de que se propaguen globalmente. Además, una colaboración efectiva entre gobiernos, comunidades y organismos internacionales es vital para fortalecer los sistemas de respuesta.
La naturaleza como aliada en la prevención de pandemias
Un enfoque innovador para prevenir la próxima pandemia proviene de integrar la conservación de la naturaleza en las estrategias de salud pública. Conservación Internacional resalta que proteger los ecosistemas naturales reduce la posibilidad de que virus animales salten a los humanos.
Los científicos proponen tres acciones concretas:
- Reducir la deforestación, ya que destruye hábitats y expone a los humanos a patógenos desconocidos
- Regular el comercio de fauna silvestre para limitar el contacto entre especies y humanos
- Restaurar áreas naturales que actúan como barreras naturales frente a enfermedades.
Estas estrategias no solo promueven la salud humana, sino también la biodiversidad, reforzando un equilibrio esencial para el bienestar planetario.

Una adecuada infraestructura sanitaria puede mitigar consecuencias graves ante una nueva pandemia. Foto: composición GLR/difusión
Gestión de riesgos emergentes: preparación frente a lo inesperado
El concepto de riesgos emergentes incluye amenazas sanitarias, ambientales y tecnológicas. Según Pirani Risk, la correcta identificación, evaluación y gestión de estos riesgos es clave para anticipar futuros escenarios de crisis.
Invertir en sistemas de alerta temprana, fortalecer infraestructuras hospitalarias y fomentar la investigación científica son pilares fundamentales. Además, adoptar un enfoque de "Una sola salud" —que reconoce la interconexión entre salud humana, animal y ambiental— permitirá preparar mejor a las sociedades ante futuros desafíos.