Ese dolor agudo y breve que sientes al tomar bebidas frías, calientes o muy dulces puede ser más común de lo que piensas. La sensibilidad dental ocurre cuando la dentina, una capa interna del diente con terminaciones nerviosas queda expuesta. Esto suele deberse al desgaste del esmalte, cepillado agresivo, encías retraídas o caries no tratadas.
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¿Qué dicen los especialistas?
Según los odontólogos de Enbata Dental, en casos donde también hay sangrado al cepillarte, podría tratarse de retracción gingival. Esto hace que la sensibilidad aumente y que sea necesario mejorar la higiene bucal para reducir la inflamación causada por la acumulación de placa.
Recomendaciones para aliviar la sensibilidad dental
Hay soluciones naturales que pueden complementar tu rutina diaria. Enjuagues con agua tibia y sal, aceite de coco o sésamo, o incluso infusiones de jengibre, ayudan a calmar las molestias. También puedes probar aceite de clavo, conocido por su potente acción antiinflamatoria, o mezclas como aceite de mostaza con sal de roca para fortalecer encías.
La sensibilidad dental ocurre cuando la dentina queda expuesta.
Sensibilidad dental: remedios caseros
El bicarbonato de sodio, el jengibre y la pimienta de cayena o pimienta roja tienen efectos positivos si se usan con moderación. El aceite de canela también es una buena opción tras consumir bebidas muy frías o calientes. Eso sí, su uso debe ser puntual y bajo vigilancia, para no agravar la erosión del esmalte.
Remedios caseros para la sensibilidad dental.
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¿Qué hábitos conviene evitar?
No es necesario eliminar por completo ciertos alimentos, pero sí tener precaución. Bebidas muy ácidas, dulces pegajosos o snacks muy duros pueden afectar directamente al esmalte. Si los consumes, intenta enjuagarte con agua después para neutralizar los efectos.
¿Cuánto dura la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental puede durar desde unas pocas horas hasta varios meses, dependiendo de la causa. Además, hay que tener en cuenta que después de un tratamiento dental como un empaste o una limpieza suele ser temporal y puede durar unos días o semanas. Sin embargo, si el malestar continúa o empeora, lo mejor es acudir al dentista. El uso de una pasta específica, un cepillo de cerdas suaves y una dieta equilibrada marcan la diferencia, pero nada reemplaza una evaluación profesional.
