El glaucoma es una enfermedad ocular silenciosa que afecta al nervio óptico y puede causar pérdida irreversible de la visión si no se trata a tiempo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una de las principales causas de ceguera en el mundo. La buena noticia es que recientes estudios apuntan a que ciertos cambios en la alimentación pueden ayudar a reducir su riesgo.
Verduras de hoja verde: pequeñas pero poderosas
Un estudio publicado por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women’s encontró que las personas que consumen grandes cantidades de verduras de hoja verde tienen hasta un 30% menos de riesgo de desarrollar glaucoma.
Estos vegetales, como las espinacas, la col rizada (kale), la lechuga y las acelgas, son ricos en nitratos, que el cuerpo convierte en óxido nítrico, un compuesto que mejora la circulación sanguínea y reduce la presión ocular.
Según el artículo de Dr. Mercola (2021), estos alimentos pueden “mejorar el flujo sanguíneo en el nervio óptico” y actuar como un “protector natural contra la degeneración visual”.
Alimentación y salud ocular: más allá de las zanahorias
Contrario a la creencia popular de que solo las zanahorias benefician la vista, expertos en nutrición como Via Orgánica señalan que una dieta rica en verduras, frutas, granos integrales y grasas saludables ayuda a prevenir enfermedades oculares degenerativas como el glaucoma, la catarata y la degeneración macular.
Desde la Fundación Macula Retina recomiendan evitar el azúcar procesado, los productos ultraprocesados y el exceso de sal, y enfocarse en una alimentación basada en productos naturales, vegetales de colores intensos y omega 3.

Incluye más vegetales con hojas verdes a tu dieta para mejorar tu salud. Foto: composición GLR/difusión
¿Cómo incorporar más verduras a tu dieta?
- Añade espinaca fresca a tus batidos o ensaladas.
- Sustituye arroz o pasta por hojas de acelga salteadas.
- Prepara wraps con hojas de lechuga en lugar de tortillas.