La próstata, una glándula esencial en el sistema reproductor masculino, suele agrandarse con la edad, lo que puede causar molestias urinarias y afectar la calidad de vida.
Según expertos, una dieta rica en verduras, frutas y pescados puede contribuir significativamente a la salud prostática, mientras que la ingesta excesiva de carne roja podría estar asociada a un mayor riesgo de hiperplasia prostática benigna (HPB).
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Los tratamientos contra los problemas de próstata deben ser supervisados por especialistas. Foto: Portafolio
Investigadores de Mayo Clinic respaldan esta idea y señalan que una alimentación basada en vegetales y proteínas magras ayuda a reducir la inflamación. También recomiendan evitar cafeína, alcohol y líquidos antes de dormir, lo cual puede agravar los síntomas urinarios.
¿Qué alimentos ayudan realmente?
Entre los alimentos más prometedores se encuentran los que son ricos en antioxidantes y licopeno, como el tomate cocido. Además, el zinc —presente en nueces, semillas de calabaza y mariscos— ha mostrado efectos beneficiosos en estudios observacionales.
Por otro lado, el consumo de soya también se ha investigado como modulador hormonal natural, con posibles efectos preventivos frente a la inflamación prostática.
Un estudio publicado en The Journal of Urology reveló que hombres con dietas altas en vegetales tenían menos riesgo de padecer agrandamiento prostático. Sin embargo, es importante recordar que los factores genéticos, el sedentarismo y el sobrepeso también juegan un papel importante, y que la dieta debe acompañarse de un estilo de vida saludable.
¿Qué es mito y qué es realidad?
No existe un alimento milagroso. Los endocrinólogos coinciden en que, si bien ciertos nutrientes pueden apoyar la salud prostática, no sustituyen el diagnóstico ni tratamiento médico. Asimismo, productos promocionados como “curas naturales” deben tratarse con cautela, ya que muchos no están respaldados por evidencia científica sólida.
