¿Quieres comenzar tus mañanas con más energía y bienestar? No es un secreto que muchas personas experimentan rigidez y dolores articulares al despertar, especialmente después de los 40 años. Aunque la frase popular dice que si no te duele nada al levantarte, es que has muerto, la realidad es que el desgaste natural del cuerpo suele manifestarse con incomodidad y dificultades para realizar movimientos simples, como agacharse o atarse los zapatos.

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El sedentarismo y la falta de movimiento solo agravan esta situación. Según datos de la Encuesta Europea de Salud 2020, gran parte de la población mundial lleva una vida mayormente inactiva, lo que provoca una pérdida progresiva de masa muscular y movilidad, afectando la calidad de vida. Por suerte, hay opciones accesibles para mover el cuerpo sin necesidad de ir al gimnasio o hacer rutinas intensas. Una de ellas es el yoga, una disciplina ancestral que combina movimiento, respiración y relajación para mejorar el estado físico y mental.
Yoga para empezar el día
Estas posturas son versiones simples de asanas tradicionales, ideales para practicar cada mañana:

Iniciar el día con posturas de yoga suaves ayuda a reducir la rigidez matutina, mejorar la flexibilidad y aumentar la energía sin salir de casa.
- La montaña en silla (Tadasana adaptada): Si pararte con los brazos en alto te da inestabilidad, prueba esta versión. Siéntate en el borde de una silla con los pies apoyados en el piso. Al inhalar, eleva los brazos por los lados hasta juntar las palmas. Exhala y bájalos lentamente. Estira la columna como si te tiraran desde la coronilla.
- El gato (Marjaryasana): Apoya manos y rodillas sobre el suelo, formando una “mesa”. Al inhalar, arquea la columna hacia abajo y levanta ligeramente la cabeza. Al exhalar, redondea la espalda como un gato, llevando el mentón al pecho. Hazlo despacio, sintiendo cómo se libera la tensión en la espalda.
- El guerrero con apoyo (Virabhadrasana II): Usa el respaldo de una silla como punto de equilibrio. Separa los pies un metro, gira el derecho hacia fuera y flexiona la rodilla (sin sobrepasar el tobillo). Apoya una mano en la silla y eleva el otro brazo al techo. Mantén por tres respiraciones y cambia de lado.
- Torsión en silla (Ardha Matsyendrasana adaptada): Siéntate de lado en una silla, con el costado derecho apoyado contra el respaldo. Al inhalar, estira la espalda. Al exhalar, gira suavemente hacia la derecha, tomando el respaldo con ambas manos. Siente cómo se estira la columna. Luego cambia de lado.
- Tumbados con cojines (Savasana adaptada): Túmbate boca arriba con las piernas sobre el asiento de una silla y un cojín bajo la cabeza. Coloca otro cojín liviano sobre el abdomen. Respira por la nariz, lenta y profundamente, durante cinco minutos. Ideal para calmar el sistema nervioso antes de iniciar la rutina diaria.