El impacto de usar el metropolitano en la salud mental.
El impacto de usar el metropolitano en la salud mental.

Ansiedad y pánico: los efectos invisibles de usar el Metropolitano a diario

|19 septiembre 2025

Viajar en el Metropolitano, una rutina diaria para miles de limeños, puede ser mucho más que una simple travesía en bus. La congestión, la sobrecarga de pasajeros, los retrasos constantes y la sensación de encierro están generando efectos silenciosos en la salud mental de los usuarios. Psicólogos y especialistas han advertido un aumento de casos de ansiedad, estrés crónico e incluso ataques de pánico vinculados al uso frecuente de este sistema de transporte.

Aunque el Metropolitano fue concebido como una solución moderna para aliviar el tráfico de la ciudad, hoy representa un entorno de alta tensión emocional para muchos. Algunos pasajeros han manifestado síntomas como sudoración excesiva, hiperventilación y miedo intenso al abordar los buses, especialmente en hora punta. Esta situación plantea la necesidad de mirar más allá de la infraestructura y considerar el impacto psicológico que el transporte urbano puede tener en la población.

El impacto de viajar en el Metropolitano en la salud mental

Aunque el Metropolitano fue concebido como una solución moderna para aliviar el tráfico de la ciudad, hoy representa un entorno de alta tensión emocional para muchos.

Aunque el Metropolitano fue concebido como una solución moderna para aliviar el tráfico de la ciudad, hoy representa un entorno de alta tensión emocional para muchos.

El sistema de transporte Metropolitano se ha convertido en un entorno altamente estresante, donde las condiciones diarias, como largas colas, buses saturados, empujones y retrasos, generan una mala gestión emocional en los pasajeros. Según especialistas, estos factores provocan síntomas como taquicardias, falta de aire, sudoración, dolores de cabeza y malestares físicos vinculados directamente a episodios de ansiedad.

Además, dentro de este espacio caótico, se han documentado situaciones de acoso y violencia que agravan el impacto psicológico. El estrés constante al que están expuestos los usuarios, especialmente en hora punta, está convirtiendo este medio de transporte en un detonante silencioso de trastornos de ansiedad, fobias sociales y crisis de pánico.

Estrés y desgaste emocional

El sistema de transporte Metropolitano se ha convertido en un entorno altamente estresante, donde las condiciones diarias, como largas colas, buses saturados, empujones y retrasos, generan una mala gestión emocional en los pasajeros.

El sistema de transporte Metropolitano se ha convertido en un entorno altamente estresante, donde las condiciones diarias, como largas colas, buses saturados, empujones y retrasos, generan una mala gestión emocional en los pasajeros.

A mediano y largo plazo, los efectos del uso cotidiano del Metropolitano van más allá del malestar momentáneo. Según el Dr. Miguel Ángel Rojas, especialista en salud mental, la constante exposición a situaciones de alta tensión emocional está provocando un deterioro progresivo de la salud mental de los limeños. El fenómeno, que él llama “la ley del más fuerte”, se manifiesta en la falta de empatía, la agresividad y la ausencia de control emocional en los espacios compartidos.

Este desgaste psicológico se potencia en quienes también sufren de falta de sueño debido a los horarios de madrugada y la rutina laboral exigente. La combinación de insomnio, estrés y entornos hostiles puede derivar en un aumento de casos de ansiedad severa, agotamiento emocional y disminución general del bienestar, afectando seriamente la calidad de vida de los usuarios frecuentes del Metropolitano.