Betssy Chávez, exministra del gobierno de Pedro Castillo, fue trasladada con urgencia al Hospital María Auxiliadora el lunes 1 de septiembre debido a la huelga de hambre que realiza como forma de protesta por supuestos abusos en el penal Anexo Mujeres de Chorrillos. Según informó su abogado Raúl Noblecilla a través de su cuenta oficial en X, esta es la segunda vez que la política lleva a cabo esta medida desde el 22 de agosto, exigiendo el retiro de funcionarias penitenciarias y su traslado, junto a otras internas, a un penal diferente. Esta situación encendió un debate público sobre los riesgos que conlleva esta forma de mostrar su desacuerdo.

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Especialistas consultados por National Geographic explican que la huelga de hambre se utiliza históricamente como una herramienta para llamar la atención sobre injusticias sociales, pero el daño físico que genera puede ser severo. Desde el punto de vista fisiológico, el cuerpo activa mecanismos de supervivencia ante la falta prolongada de alimento, pero el cerebro sufre un estrés adicional al saber que la comida está disponible, pero no se consume, lo que intensifica el impacto psicológico de la privación.
¿Cuáles son los riesgos físicos de la huelga de hambre?
Una de las primeras consecuencias visibles es la pérdida notable de peso. El cuerpo, sin recibir nutrientes, recurre a sus reservas internas para mantener funciones vitales. Inicialmente, utiliza la glucosa almacenada y después comienza a descomponer grasas. Cuando estas reservas se agotan, el organismo empieza a consumir tejido muscular, lo que conduce a una debilidad extrema y una apariencia deteriorada. El metabolismo se desacelera para ahorrar energía, afectando hormonas, temperatura corporal y funciones digestivas.
¿Cuántos días puede sobrevivir el cuerpo humano sin comer?
Vale señalar que, el cuerpo humano puede resistir sin alimentos durante varias semanas, con un rango estimado de supervivencia de entre 2 y 3 meses en casos extremos, siempre que se mantenga la hidratación. Sin embargo, la falta de agua es mucho más crítica; la supervivencia sin ella es de apenas unos días, usualmente de 3 a 5 días.
¿Qué efectos tiene la huelga de hambre en el corazón y la circulación?
La falta de alimento provoca una disminución del ritmo cardíaco como respuesta para conservar la energía disponible. Esto reduce el flujo sanguíneo hacia extremidades, causando sensación de frío y cambios en la coloración de manos y pies. Además, la pérdida de electrolitos esenciales, como sodio y potasio, puede poner en riesgo la función cardíaca, elevando el peligro de arritmias o fallos del corazón, un riesgo que aumenta conforme avanza el ayuno prolongado.

La falta de alimento provoca una disminución del ritmo cardíaco.
¿Cómo afecta la huelga de hambre al cerebro y la salud mental?
El cerebro, que depende de glucosa y micronutrientes para funcionar correctamente, experimenta un deterioro en sus funciones cognitivas durante la huelga. Esto se traduce en dificultades para concentrarse, alteraciones del humor, irritabilidad y cambios en el juicio crítico. La disminución en la producción de neurotransmisores como la serotonina puede aumentar la ansiedad y depresión, aumentando el peligro de sufrir trastornos emocionales profundos si la huelga se prolonga.

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¿Qué ocurre en el organismo si la huelga se extiende por semanas?
Después de varias semanas sin alimentación, el cuerpo entra en una fase crítica donde agota incluso los músculos vitales, incluyendo el cardíaco. Este desgaste puede desembocar en un fallo multiorgánico y la muerte súbita. Aún si la persona decide interrumpir la huelga, el proceso de recuperación es delicado y requiere supervisión médica constante para evitar complicaciones adicionales, pues el organismo pasa por un estado de fragilidad extrema.
¿Es segura la huelga de hambre y quién debería evitarla?
Aunque algunas personas pueden soportar esta práctica por motivos ideológicos o políticos, los expertos advierten que no todos los organismos responden igual. Pacientes con trastornos alimenticios, embarazadas o personas con problemas de salud previos deben evitar esta medida. Consultar a un profesional médico antes de iniciar cualquier tipo de ayuno prolongado es fundamental para minimizar riesgos innecesarios.