Los recientes rumores sobre una supuesta infidelidad por parte de Gustavo Salcedo a Maju Mantilla han generado gran revuelo en el espectáculo nacional. Según una tarotista, el deportista olímpico estaría vinculado sentimentalmente con una mujer más joven que la ex reina de belleza, lo que ha reavivado el debate sobre las relaciones con diferencia de edad y el impacto emocional que puede tener una traición de este tipo.
Más allá del escándalo mediático, este tipo de situaciones plantea una pregunta difícil pero necesaria: ¿cómo afrontar una infidelidad cuando tu pareja te deja por alguien menor? Una experta en relaciones de pareja nos ofrece claves emocionales y psicológicas para afrontar este tipo de ruptura, manejar el dolor y recuperar la autoestima tras una traición que, además de amorosa, puede sentirse como una herida al ego.
¿Por qué duele más cuando tu pareja te engaña con alguien más joven?

Ser traicionado por quien amas ya es devastador, pero cuando esa infidelidad involucra a una persona considerablemente más joven, el golpe puede sentirse doble.
Ser traicionado por quien amas ya es devastador, pero cuando esa infidelidad involucra a una persona considerablemente más joven, el golpe puede sentirse doble. En sociedades como la nuestra, donde aún se valora la juventud como un símbolo de atractivo y éxito, este tipo de engaño puede afectar profundamente la autoestima. Según un estudio de la revista Sexual and Relationship Therapy, los hombres tienden a considerar más la infidelidad física, mientras que las mujeres sienten igual dolor por una traición emocional o sexual. Esto explica por qué muchas mujeres experimentan un fuerte sentido de humillación cuando su pareja las deja por alguien con menos edad.
Casos como el de Amanda Chatel, una sexóloga y escritora en diferentes medios de comunicación, quien fue engañada por su esposo con una joven 27 años menor, revelan el dolor que produce esta combinación de traición y comparación generacional. A través de sus redes sociales, Chatel relata cómo su proceso de duelo pasó por etapas de rabia, humillación y hasta deseos de venganza. Pero también demuestra que, por más difícil que sea, es posible transformar ese dolor en una forma de liberación personal. En el fondo, no se trata solo de una infidelidad: se trata de lo que esa elección dice de nuestra relación, de nuestras inseguridades y del valor que nos damos a nosotros mismos.
Perdonar una infidelidad: ¿debilidad o fortaleza?

Perdonar a alguien que te ha engañado no es una señal de debilidad, sino muchas veces un acto de amor propio
Perdonar a alguien que te ha engañado no es una señal de debilidad, sino muchas veces un acto de amor propio. Amanda, tras meses de ira, viajes, catarsis emocional y hasta una fiesta de divorcio, logró pronunciar una frase que jamás pensó decir: “Te perdono”. Lejos de justificar lo ocurrido, ese perdón fue una manera de dejar de cargar con la rabia, con la herida abierta y con el resentimiento que le impedía avanzar. Como ella misma reflexiona, “todos merecemos una segunda oportunidad de respirar profundamente y continuar con la vida que queremos”.
Una infidelidad no define quiénes somos ni lo que valemos. A veces, perdonar no significa volver ni justificar; significa aceptar lo vivido, cerrar el capítulo y soltar el peso emocional. En palabras de la propia Amanda: “Lo perdoné porque lo amaba, y porque todavía lo hago. Porque lo merecemos”. Perdonar puede ser el primer paso para recuperar el control emocional, reencontrarse con uno mismo y —como en su caso— aprender a respirar tranquila, aunque las cicatrices nunca desaparezcan del todo.