El Poder Judicial dictó una sentencia contra Néstor Villanueva, quien fue condenado a un año, nueve meses y siete días de prisión suspendida por violencia familiar en agravio de su hijo menor, fruto de su relación con Florcita Polo. Además, se le impuso una sanción de 640 jornadas de servicio comunitario, la obligación de asistir a un tratamiento psicológico y la prohibición de acercarse al menor.
Según informó la Corte Superior de Justicia de Lima, durante la audiencia del 20 de marzo, el artista deberá cumplir 91 jornadas de trabajo comunitario, determinadas por el INPE. La reparación civil fue fijada en 3 mil soles, divididos en seis cuotas, con inicio de pago programado para septiembre de 2025. También se estableció que el cantante debe recibir atención profesional para manejar su conducta agresiva, bajo supervisión judicial.
¿Cómo impacta la violencia contra los niños en su salud emocional?
La violencia en el entorno familiar no solo deja huellas físicas; su impacto en el desarrollo emocional y conductual de los menores puede ser profundo. La psicóloga Cristina Alarcón Acevedo señaló que los niños que crecen en un ambiente de agresión tienden a presentar dificultades para concentrarse, alteraciones del sueño y retrocesos en su desarrollo, como enuresis nocturna provocada por miedo constante.
¿Qué consecuencias genera el abuso en la conducta infantil?
Cuando un niño se convierte en testigo o víctima de maltrato, su comportamiento se ve afectado de manera significativa. Alarcón explica que estos menores pueden mostrar retraimiento social, pérdida de confianza, agresividad hacia otros pequeños o adultos, y en algunos casos, desarrollar adicciones en etapas tempranas. En el entorno escolar, también es común que sufran bullying o se conviertan en agresores, reflejando lo que viven en casa.

Cuando un niño se convierte en víctima de maltrato, su comportamiento se ve afectado.
¿Cuál es el efecto de la violencia en la adolescencia?
Los adolescentes expuestos a este tipo de situaciones tienden a alejarse de sus redes de apoyo, como amigos o docentes, mostrando actitudes más rebeldes y desafiantes. En muchos casos, esta conducta es un reflejo del resentimiento hacia la figura paterna agresora. La experta advierte que esta etapa puede marcar el inicio de patrones de riesgo, como el consumo de sustancias o conductas sexuales sin protección.
¿Puede el abuso afectar la salud mental a largo plazo?
La exposición a violencia desde la infancia puede desencadenar trastornos psicológicos persistentes. Ansiedad, depresión, baja autoestima y alteraciones en la percepción de la realidad son algunos de los efectos comunes. Alarcón también mencionó la posibilidad de que estos niños desarrollen trastornos como el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) o el Trastorno Esquizoafectivo si existen antecedentes familiares.
La violencia ejercida por un progenitor no solo vulnera el bienestar inmediato del menor, sino que también condiciona su desarrollo emocional, afectivo y social a lo largo de toda su vida. En este contexto, el acompañamiento terapéutico se convierte en una herramienta vital para reparar el daño y prevenir consecuencias más graves en el futuro.