Mantener una adecuada hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo, y consumir alrededor de dos litros de agua cada día es una recomendación común para preservar la salud renal. El agua permite que los riñones filtren las toxinas con mayor eficacia, contribuyendo también a regular el volumen sanguíneo y la presión arterial. Especialmente en épocas de calor o cuando realizamos actividad física, una ingesta constante de agua garantiza una eliminación más eficiente de desechos y reduce el riesgo de infecciones urinarias.
Por otro lado, no prestar atención a este hábito puede generar consecuencias negativas en la salud. Según la especialista en salud renal, Dra. Ana Villanueva, “la deshidratación crónica obliga a los riñones a trabajar en exceso, lo que puede favorecer la aparición de cálculos, infecciones y daño progresivo si no se corrige a tiempo”. Esto es especialmente relevante en personas mayores o con enfermedades crónicas, quienes a veces no perciben las señales de falta de agua aunque las consecuencias ya estén gestándose.
Beneficios de beber 2 litros de agua al día en la salud renal

Uno de los principales efectos positivos de una buena ingesta de agua es la mejora en la filtración glomerular.
Uno de los principales efectos positivos de una buena ingesta de agua es la mejora en la filtración glomerular, proceso en el cual los riñones limpian la sangre eficientemente. Este ítem es vital para mantener los niveles adecuados de electrolitos y prevenir la formación de cristales que pueden derivar en cálculos urinarios. Además, una hidratación constante aumenta el volumen de orina, lo que ayuda a reducir la concentración de bacterias y compuestos tóxicos.
Asimismo, beber dos litros diarios de agua colabora con la estabilidad de la presión arterial, ya que favorece el equilibrio de fluidos en la sangre. “Un buen hábito de hidratación impacta positivamente en la función renal y puede disminuir el riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión”, señala el nutricionista Julio Torres. Además, estudios han demostrado que una hidratación adecuada puede mejorar la salud cardiovascular y disminuir el esfuerzo renal a largo plazo.

Mantener una adecuada hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo.

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¿Puede el exceso de agua ser perjudicial?
Aunque menos común, consumir demasiada agua también puede generar problemas. En personas con insuficiencia cardíaca o enfermedad renal avanzada, un aporte excesivo puede provocar retención de líquidos y, en casos graves, conducir a hiponatremia, un desequilibrio de sodio que causa hinchazón celular y síntomas neurológicos. Por esto, es esencial ajustar la ingesta a cada condición de salud y consultar a un profesional si existen antecedentes de complicaciones renales o cardíacas.