Cuando los riñones dejan de funcionar correctamente, el cuerpo pierde su capacidad de filtrar toxinas, equilibrar minerales y controlar la presión arterial. Esta condición, conocida como insuficiencia renal, ocurre cuando la función renal cae por debajo del 15 % de su capacidad normal. En etapas tempranas, puede no presentar señales claras, lo que la convierte en una enfermedad silenciosa pero peligrosa.
A medida que avanza, comienzan a aparecer síntomas como fatiga constante, hinchazón en piernas y pies, cambios en la orina, picazón intensa o calambres. Detectarla a tiempo permite iniciar un tratamiento adecuado, mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones mayores. A continuación, te explicamos las causas, señales de alerta y opciones disponibles para tratar esta enfermedad.
¿Qué es la insuficiencia renal y por qué ocurre?
Según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, la insuficiencia renal se produce cuando los riñones ya no son capaces de filtrar adecuadamente los desechos del cuerpo. Esta condición puede deberse a múltiples causas, como presión arterial alta, diabetes, infecciones renales frecuentes o enfermedades autoinmunes. También puede ser consecuencia de ciertos medicamentos o lesiones prolongadas.

La insuficiencia renal se produce cuando los riñones ya no son capaces de filtrar adecuadamente los desechos del cuerpo.
La pérdida de la función renal no solo afecta la eliminación de toxinas, sino que también interfiere en la producción de hormonas vitales para controlar la presión arterial y fortalecer los huesos. Cuando esta condición se vuelve permanente y severa, se denomina enfermedad renal terminal (ERT), momento en el cual el paciente requiere tratamientos de reemplazo como diálisis o trasplante.
Principales síntomas a los que debes prestar atención
Los signos de la insuficiencia renal pueden comenzar de forma tan sutil que muchas personas los confunden con fatiga o estrés. Algunos de los síntomas más comunes que señalan los expertos son:
- Hinchazón en piernas, pies o tobillos
- Dolor de cabeza frecuente
- Picazón persistente
- Náuseas, falta de apetito o pérdida de peso
- Disminución en la producción de orina
- Confusión, debilidad muscular o calambres
Es importante destacar que un seguimiento médico regular puede ayudar a detectar estos síntomas antes de que la enfermedad avance. La detección temprana es clave para prevenir daños mayores.
Tratamientos disponibles para la insuficiencia renal
Cuando los riñones fallan de manera irreversible, el paciente debe evaluar opciones de tratamiento con su equipo de salud. Las tres alternativas principales son: hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante de riñón. Cada opción tiene ventajas y consideraciones específicas que deben adaptarse al estilo de vida del paciente.

Cuando los riñones fallan de manera irreversible, el paciente debe evaluar opciones de tratamiento con su equipo de salud.
Algunas personas, por diferentes razones, eligen no someterse a diálisis ni a trasplante, pero aún así pueden mantener una calidad de vida aceptable con medicamentos, apoyo nutricional y control constante. El tratamiento personalizado permite manejar síntomas, mejorar el bienestar general y vivir más tiempo.
Complicaciones asociadas a la enfermedad renal
La enfermedad renal crónica no solo afecta a los riñones. Puede derivar en otras complicaciones graves como presión arterial alta, anemia, problemas cardíacos, desnutrición o desequilibrios minerales que debilitan los huesos. El exceso de fósforo, por ejemplo, puede causar picazón intensa y deterioro óseo si no se controla adecuadamente.

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Para prevenir estas consecuencias, es fundamental seguir un plan integral que incluya alimentación saludable, medicamentos, ejercicio físico moderado y consultas médicas regulares. Un enfoque preventivo y multidisciplinario permite frenar el avance de la enfermedad y mantener el equilibrio general del organismo.