El cáncer de riñón, conocido médicamente como cáncer de células renales o adenocarcinoma renal, representa aproximadamente el 2-3% de todos los tumores malignos en adultos. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este tipo de cáncer suele presentarse entre los 40 y 60 años, con un aumento notable a partir de los 50. Además, es casi el doble de frecuente en hombres que en mujeres, aunque permanece poco reconocido por la población general.
Uno de los mayores retos del cáncer renal es su carácter silencioso: rara vez muestra síntomas en etapas tempranas, lo que dificulta la detección precoz. Los especialistas apuntan a factores de riesgo claros como el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión y el uso excesivo de ciertos analgésicos. Por eso, es vital conocer los signos, mantener hábitos saludables y acudir al médico ante cualquier sospecha.
Síntomas del cáncer de riñón y su dificultad para el diagnóstico
El diagnóstico temprano del cáncer de riñón es complicado debido a que sus síntomas son variados y muchas veces inexistentes hasta que el tumor se ha expandido. Según oncólogos de SEOM, síntomas como sangre en la orina (hematuria), dolor en el costado o la aparición de una masa abdominal sólo se presentan simultáneamente en un pequeño porcentaje de pacientes. La hematuria puede ser visible o detectarse sólo en análisis de orina.

Uno de los mayores retos del cáncer renal es su carácter silencioso.
Otros síntomas posibles son anemia, fiebre y pérdida de peso, aunque no son exclusivos de esta enfermedad. Como subrayan expertos como Aránzazu González del Alba, la falta de información y la ausencia de síntomas evidentes retrasan el diagnóstico, dificultando así el tratamiento oportuno.
Factores de riesgo y prevención para el cáncer renal
El tabaquismo, el sobrepeso y la hipertensión son los principales factores de riesgo del cáncer renal identificados por los especialistas. Dejar de fumar es la medida preventiva más eficaz, ya que el tabaco duplica las probabilidades de desarrollar esta enfermedad. Además, mantener un peso saludable, realizar ejercicio regularmente y evitar el uso abusivo de analgésicos son consejos que refuerzan la prevención.
Menos del 10% de los casos se relacionan con antecedentes familiares, por lo que la mayoría se debe a factores ambientales y estilos de vida, según los oncólogos Urbano Anido Herranz y González del Alba.

El tabaquismo, el sobrepeso y la hipertensión son los principales factores de riesgo del cáncer de riñón identificados por los especialistas.
Pruebas médicas clave para la detección temprana
Detectar a tiempo el cáncer de células renales es crucial para mejorar el pronóstico. Organizaciones como la Federación Nacional ALCER recomiendan controles médicos periódicos, especialmente en personas con factores de riesgo. Estos chequeos permiten identificar posibles señales de alerta antes de que la enfermedad avance.

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Entre las pruebas más accesibles están el control de la presión arterial, el análisis de orina para detectar proteínas o sangre oculta, y análisis de sangre para evaluar la función renal mediante niveles de creatinina y tasa de filtrado glomerular (eGFR). Estos exámenes simples pueden ayudar a detectar problemas en los riñones antes de que aparezcan síntomas evidentes, facilitando un diagnóstico precoz y un tratamiento más efectivo.