En los últimos años, el cáncer de próstata se ha posicionado como uno de los principales desafíos de salud masculina, tanto en Europa como en América Latina. De acuerdo con la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), será el tumor más diagnosticado en hombres hacia 2025, superando al de pulmón y colon, con más de 32.000 nuevos casos anuales.

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A pesar de su alta incidencia, el pronóstico es alentador: si se detecta a tiempo, la tasa de curación puede superar el 90%. “Cada vez diagnosticamos antes y tratamos mejor, y eso se traduce en más vidas salvadas”, señala el Dr. Casanova, jefe del Servicio de Urología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO).
Síntomas, diagnóstico y pruebas clave del cáncer de próstata
En sus etapas iniciales, el cáncer de próstata puede confundirse con la hiperplasia prostática benigna, una condición que afecta a uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años. Los síntomas de alerta incluyen dificultad para orinar, chorro débil, urgencia miccional y, en fases más avanzadas, sangre en la orina o el semen. Si el cáncer progresa, pueden aparecer dolores óseos por metástasis.

En los últimos años, el cáncer de próstata se ha posicionado como uno de los principales desafíos de salud masculina.
La Resonancia Magnética (RM) es fundamental para evaluar lesiones sospechosas sin recurrir de inmediato a una biopsia. “Nos permite clasificar lesiones y decidir si realmente es necesario hacer una biopsia, evitando intervenciones innecesarias”, explica la Dra. Paula Pelechano, médica adjunta del Servicio de Radiodiagnóstico del IVO. Si la sospecha se confirma, se realiza una biopsia prostática por fusión de imagen, una técnica más precisa y menos invasiva.
De igual manera, la Dra. Ana Calatrava, jefa del Servicio de Anatomía Patológica del IVO, resalta la importancia del análisis integral de las pruebas diagnósticas. “La valoración conjunta de la biopsia prostática y la resonancia magnética permite elegir la opción terapéutica más adecuada para cada paciente”, señala.
Factores genéticos y riesgo hereditario
Aunque la mayoría de los casos son esporádicos, algunos hombres tienen un mayor riesgo debido a antecedentes familiares. Existen dos tipos de predisposición genética: el cáncer de próstata familiar, que representa cerca del 20% de los casos, y el cáncer de próstata hereditario, más raro pero agresivo, responsable de aproximadamente el 5%.

Aunque la mayoría de los casos son esporádicos, algunos hombres tienen un mayor riesgo de padecer de cáncer de próstata debido a antecedentes familiares.
“El cáncer hereditario suele aparecer antes de los 60 años, es más agresivo y tiene mayor probabilidad de recaída tras la cirugía”, explica José López, jefe del Servicio de Biología Molecular del IVO. Por ello, los especialistas recomiendan que quienes tienen familiares directos con antecedentes de cáncer de próstata consulten con su urólogo para evaluar el riesgo y planificar controles anticipados.
Tratamientos personalizados y avances terapéuticos
Confirmado el diagnóstico, se determina si el cáncer de próstata está localizado mediante estudios como el TAC, el PET o el rastreo óseo. Si el tumor está limitado a la glándula, las opciones van desde la vigilancia activa y la terapia focal hasta la cirugía robótica y la radioterapia, según el perfil del paciente.

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La cirugía robótica, como explica el Dr. Álvaro Gómez-Ferrer, ofrece mayor precisión y recuperación más rápida, con mejoría en funciones como la continencia urinaria y la potencia sexual. En paralelo, técnicas avanzadas de radioterapia como la SBRT logran resultados efectivos con menos sesiones. En etapas más avanzadas, se aplican tratamientos hormonales, quimioterapia o fármacos dirigidos, y se estudia el rol futuro de la inmunoterapia.