La contaminación del aire, un riesgo silencioso para los pulmones.
La contaminación del aire, un riesgo silencioso para los pulmones. Composición LR

Estudio revela cómo el aire contaminado dispara el cáncer de pulmón en personas no fumadoras

|16 junio 2025

Aunque durante décadas se ha vinculado al cáncer de pulmón casi exclusivamente con el tabaquismo, nuevos estudios revelan que la contaminación ambiental ha emergido como un factor de riesgo significativo, especialmente en personas que nunca han fumado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad sigue siendo la más mortal entre todas las patologías oncológicas.

En 2022 se registraron más de 2,5 millones de diagnósticos de cáncer de pulmón en todo el mundo, con un saldo de 1,8 millones de muertes. Si bien la disminución del tabaquismo ha reducido algunos casos, la exposición a partículas contaminantes, sobre todo en áreas urbanas, está detrás del incremento de adenocarcinomas en personas jóvenes y no fumadoras.

Cáncer al pulmón en no fumadores

El tipo más frecuente de cáncer de pulmón en no fumadores es el adenocarcinoma, un tumor que suele detectarse en fases avanzadas debido a su evolución silenciosa. Esta variante se origina en las células que producen moco en los pulmones y presenta mutaciones genéticas distintas a las observadas en pacientes fumadores.

Las partículas finas presentes en el aire de las grandes ciudades representan un riesgo creciente para la salud pulmonar, incluso en personas no fumadoras.

Las partículas finas presentes en el aire de las grandes ciudades representan un riesgo creciente para la salud pulmonar, incluso en personas no fumadoras.

Investigaciones recientes señalan que estos tumores suelen tener alteraciones en el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), lo que ha abierto la puerta a tratamientos más específicos. Sin embargo, el pronóstico sigue siendo delicado, en parte porque los síntomas como tos persistente o dolor en el pecho aparecen cuando el cáncer ya se ha diseminado.

Contaminación del aire: el enemigo invisible

Las partículas finas conocidas como PM2.5, provenientes de la quema de combustibles fósiles, tráfico vehicular e industrias, están fuertemente asociadas con un mayor riesgo de adenocarcinoma, según el British Journal of Cancer. Estas micropartículas pueden penetrar los pulmones y generar daño genético y estrés oxidativo, dos mecanismos que favorecen el desarrollo del cáncer.

Regiones como Asia Oriental, especialmente China e India, concentran la mayor carga de cánceres asociados a la contaminación. En ciudades como Delhi, los niveles de partículas finas superan 20 veces las recomendaciones de la OMS. Esto convierte a la contaminación en el segundo factor de riesgo más importante para el cáncer de pulmón, solo por detrás del tabaco.

Este tipo de cáncer de pulmón se ha convertido en el más común entre quienes nunca han fumado.

Este tipo de cáncer de pulmón se ha convertido en el más común entre quienes nunca han fumado.

Nuevos desafíos y enfoques para un problema global

Mientras las políticas sanitarias han centrado su lucha en la reducción del tabaco, la ciencia advierte que es necesario poner el foco también en la contaminación atmosférica. Los datos muestran que vivir en áreas con alta polución no solo incrementa el riesgo de desarrollar la enfermedad, sino también de morir por ella.

A pesar del avance de tratamientos dirigidos a mutaciones específicas, el impacto real de estos cambios aún no logra compensar el crecimiento de casos. La concientización sobre la contaminación como causa de cáncer es clave para redefinir la prevención, especialmente en regiones donde los niveles de polución aún son alarmantes.